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Luego de permanecer aislado durante casi dos semanas en su casa debido al contagio por covid-19, Óscar Ruggeri regresó a 90 Minutos de fútbol, programa en el que es panelista, y habló sobre su difícil experiencia con la enfermedad, revelando detalles de cómo se contagió y cómo fue su proceso de recuperación.
“Estoy enojado conmigo mismo porque me descuidé. Con nadie, cada uno tiene que ser responsable de lo suyo. Me descuidé ese viernes que salí de acá, 15 minutos. Salí y me junté con alguien. Necesitaba que me instalaran el Zoom, tenía que hacer un Zoom y no sabía cómo hacerlo. Vinieron a ponerme el Zoom y ahí... 15 minutos me saqué el barbijo".
"Yo fui un caso de privilegio. La verdad, estuve en mi casa, no tuve fiebre. Pero te aíslas, me quedé en una habitación solo. Conté los pasos. La habitación tiene uno, dos, tres, cuatro, cinco pasos. Uno, dos, tres, cuatro para el otro lado y chocaba con la pared. El bañito tenía uno, dos tres pasos, por uno, dos”, precisó.
Asimismo, el exfutbolista fue autocrítico, y además de reiterar que fue por culpa de un descuido suyo que terminó infectado con el virus, aseguró que en algunas noches tuvo miedo de morir.
“Es bravo, eh, sobre todo a la noche. Uno en algún momento por ahí podía pensar ‘ojalá que si me llega a tocar, que sea leve, así me lo saco de encima’. Y fue leve, en mi caso, pero no se lo recomiendo a nadie. Me agarró dolor de espaldas dos veces y me levantaba, me tiraba al suelo, elongaba... Al colchón ese a la madrugada lo daba vuelta por el dolor de espalda, decía: ‘Tiene que estar vencido’".
“Estoy enojado conmigo porque fui responsable, me cuidé y me cuidé, y por una distracción... Adentro. Por eso le digo a la gente que no se descuide. Yo tenía miedo por mi familia, que se empezaran a agarrar ellos. Tenía esa carga. Mi mamá sabía, lo mal que estaba mi vieja... Ahora recuperó la vida. Porque cuando le dijeron que yo era positivo, ¿vos qué piensas? Adentro, internado, chau”.
"Hice todo lo que tenía que hacer, me iba de acá, llegaba a mi casa, me bañaba, ponía la ropa a lavar. Y me pasó igual. A la noche tenía miedo de morirme, pasa cuando no tienes sueño. Vivís con la panza revuelta porque no tienes olfato, gusto, nada. Comes porque tienes que comer”, concluyó.