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Diego Bustos, jugador colombiano.Foto: Archivo particular
Por:
Redacción Futbolred
22 de abril 2020, 08:52 p. m.
Diego Fernando Bustos heredó de su padre el apellido y la facilidad con que coloca la pelota por encima de la barrera en los tiros libres, con curva, para embocarla en los arcos contrarios.
También es lateral derecho y se enfunda la camiseta 13, como lo hizo siempre Rubén. Tiene 18 años, comenzó a jugar fútbol en las divisiones menores del América de Cali y a comienzos de la presente temporada se fue al Sao José, de Porto Alegre, que actúa en el Campeonato Brasileño de la Serie C.
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Asegura que quiere trascender en el fútbol y siguiendo con el espejo de su papá, hacer parte de la Selección Colombia. Por eso trabaja juicioso, a doble jornada en el Passo D'Areia, un estadio de cancha sintética, con capacidad para 16.000 espectadores.
Bustos, en charla con el Súper Combo del Deporte en Cali, señalo que “Aproximadamente llevo casi dos meses, la casa hogar del club queda aquí y gracias a Dios tengo el estadio disponible para entrenar en estos tiempos de toda esta crisis”.
Agrega que no ha sido sencillo ocupar solitario ese gran espacio, pero tiene claros sus objetivos: “A principios de esta crisis me pagaban los tiquetes para devolverme a Colombia, pero no lo quise hacer porque yo soy el único extranjero del equipo y si estás en otro país tenés que entregar el doble de lo que siempre haces; si quieres triunfar, tienes que trabajar el doble, entonces tomé la decisión de quedarme, así extrañara mucho a mi familia tomé la decisión de quedarme, sabiendo que iba a tener el estadio presto para mí, y entrenar fuerte para cuando el equipo vuelva a jugar y poder ganarme el puesto”.
La casa hogar la comparte con seis compañeros, pero todos viven en diferentes partes de Brasil y cada uno emigró a su ciudad cuando comenzó la pandemia.
¿Cómo es la rutina diaria? “Generalmente los lunes, martes y viernes trato de hacer los entrenamientos más fuertes. Los lunes me levanto aproximadamente a las 8 de la mañana, hago mi devocional normalmente, gracias a Dios el club ha estado muy pendiente de lo que yo necesito. Hago mi desayuno, voy a entrenar a las 9:30 a.m., termino, hago mi almuerzo, descanso un poco y ya 4 o 5 de la tarde vuelvo de nuevo a la cancha”.
¿Quién le cocina? “Yo, me tocó comprar un horno porque en el club hay restaurante, pero todo está cerrado. Mi mamá siempre me enseñó a ser muy independiente de esas cosas, ella preparaba el almuerzo, pero si a la hora me daba hambre, debía cocinar, así me toó aprender”.
¿Cómo es la situación del covid-19 en Porto Alegre? “Hace poco leí que había 311 casos, las zonas más afectadas son Sao Paulo, Río de Janeiro, Ceará, que tienen mayor población”.
¿Qué se ha dicho de la reanudación del fútbol en Brasil? “Nosotros, lo más probable si Dos quiere es que volvamos el 4 de mayo con medidas drásticas, unos jugadores a entrenarán en la mañana, otros en la tarde, antes de cada entreno nos harán pruebas para ver si alguno tiene síntomas de eso”.
Sobre sus aspiraciones a futuro, dice que “quiero llegar algún día a ser gran jugador, representar a mi país en algún momento, pero debo pasar por momentos complicados. Soy muy entregado a Dios y sé que estas son pruebas que Él ha puesto en mi camino con las que tal vez está probando que tan fuerte soy mentalmente y en el grado de fe, sé que lo que venga de ahora en adelante son bendiciones”.