En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de
terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística,
optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada
con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa
navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo
deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Todos los astros amanecieron alineados para los intereses de Atalanta, que en su primera participación en al Champions League logró clasificarse a la siguiente fase, pese a tener todo en contra.
Atalanta llegó al último duelo de la fase de grupos contra Shakhtar Donetsk con tres derrotas en su cuenta, sin sus goleadores Duván Zapata e Ilicic y con la necesidad de ganar y además esperar una victoria del Manchester City contra Dínamo Zagreb. Todo se le dio.
Atalanta, con Luis Muriel en la cancha 70 minutos, se impuso 3-0 y con polémica, pues pasó todo el primer tiempo sin hacer diferencia y, cuando la hizo, el VAR tuvo que revisar una y otra vez la jugada.
Precisamente, corría el minuto 66 cuando Timothy Castagne remató de derecha pegado al palo izquierdo, en posición sospechosa de fuera de lugar. Muy tenue fue la diferencia,. suficiente para desequilibrar el juego.
Muriel tenía un partido gris, muy marcado por una tarjeta amarilla justa que vio a los 22 minutos, pero que reclamó con mucha intensidad, al punto de tener que ser calmado por sus compañeros.
Luchaban los italianos, sabiendo que el City daba una mano, y a los 76 minutos el rival se quedaba con diez. Alivio.
Hasta que vino una jugada maestra de Papu Gómez, el mejor del campo, a los 79 minutos, para la veloz aparición de Pasalic, quien estiró la pierna y se aprovechó de la tremenda pasividad del arquero.
A los 90 llegó el tercero, de Gonsens, en una jugada muy desafortunada de Stepanenko, quien le sirvió la pelota de cabeza a su rival. Ya todo estaba dicho. Los de Guardiola habían vencido 4-1 al Dínamo Zagreb y así, el milagro del Atalanta se consolidó.