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El racismo, uno de los grandes enemigos del fútbol mundial, parece haber vuelto a ganar terreno en el fútbol de Inglaterra.
Este viernes los jugadores del Manchester United, Marcus Rashford y Jesse Lingard, mostraron su apoyo total a Tammy Abraham, del Chelsea, después de enterarse que sufrió serios insultos y amenazas con tinte racista
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Abraham falló el último cobro en la definición penaltis entre Chelsea y Liverpool en la final de la Supercopa de Eruopa.
"Mantén la cabeza alta, todos hemos fallado, es fútbol. Deberíamos estar celebrando el talento joven de Inglaterra, no esto ...", le dijo Rashford en sus redes.
De la misma manera lo animó Lingard: "Cabeza en alto, hermano, fuerte, fuerte, orgulloso".
El propio Chelsea FC rechazó los insultos de manera categórica: "Estamos disgustados con las publicaciones abominables que hemos visto en las redes sociales", dijo portavoz del club, citado pro Sky Sports.
"El Chelsea FC considera que todas las formas de comportamiento discriminatorio son inaceptables. No tiene cabida en este club y donde hay evidencia clara de que los titulares de boletos de la temporada del Chelsea o los miembros involucrados en tal comportamiento, tomaremos las medidas más fuertes posibles contra ellos", advirtió.
El propio DT, Frank Lampard, se declaró "muy molesto" por la agresión de alguien "que se hace llamar hincha de Chelsea", alabó la valentía de Abraham al cobrar el último penalti y lamentó: "Alguiend etrás de un teclado o un teléfono ha dicho más cosas desagradables posibles".
Varios jugadores de la Premier League manifestaron su apoyo a Abraham y su rechazo rotundo a los actos de racismo, uno de los enemigos declarados de la FIFA, que ha fortalecido las penas para aquellos agresores que se excusen en el fútbol para protagonizar hechos de irrespeto y violencia.