No es el punto que sumó FC Barcelona contra Napoli en el duelo de ida de los octavos de final de la UEFA Europa League lo que se discute. El local se acordó de atacar al final de ganar y le faltó muy poquito para lograrlo, con lo cual lo que ganó en la cancha se lo mereció. La polémica va por otro lado.
FC Barcelona igualó 1-1 contra Napoli en el Camp Nou, en un dueño que fue para los italianos en el primer tiempo y los locales en el segundo. Pero el momento definitivo fue una polémica, una más, sobre la tecnología.
Era una declaración de principios lo que hacía Napoli con sus pases profundos desde el pitazo, buscando a Oshimen, el peor dolor de cabeza, especialmente para un Mingueza que se comía un túnel antes de ver cómo lo salvaban Piqué y Ter Stegen en el mano a mano con el atacante, a los 21.
Se lo perdía Ferran a los 28 de frente al arco y al minuto siguiente, el castigo del mejor del campo se hacía sentir: doble intento le metía Zielinski a Ter Stegen: en el primer servía el rebote el alemán y él mismo lo fusilaba para el 0-1, que era un marcador justo.
Y no había mayor señal de recuperación en el segundo tiempo salvo por una de esas sutilezas que alimentan la molestia de los enemigos del VAR: una mano en el área de Juan Jesus, de esos que hay que ver cuadro a cuadro y aún así dejan dudas de si no era un movimiento natural, le dio a Barcelona el empate 1-1 que nunca esperó, en los pies de Ferrán (minuto 59).
Tres intentos más, con Adama (60), Aumbameyang (67) y el propio Ferran (71), hablaban de lo bien que sentaba ese gol, que apareció de la nada para impulsar a un local al que, en todo caso, siempre que lo aprietan le dan problemas. El lío es que no tuvo precisión y luego el tiempo le jugó en contra.
Napoli se fue cansando y se olvidó el camino hacia Osimhen y eso es resignar la mitad de la producción ofensiva.
Increíblemente se lo perdió a los 86 el local en el Camp Nou, en una de esas jugadas de antaño con una decena de toques, taco incluido (de Pedri) que Ferran mandó muy por arriba sin oposición alguna.
Quedó la sensación que fue la tecnología el flotador del Barcelona que luego buscó y no definió, lo que deja la llave muy abierta y a favor de Napoli, que tuvo a Ospina de suplente y que se lleva la definición de la llame de Europa League a su terreno.