El fútbol tiene cosas como lo que ocurrió en el estadio Diego Maradona: un equipo dominador, dueño del juego al menos 70 minutos, que no puede contra otro, más débil, que aprovecha su fortuna y da un batacazo.
Fue lo que le ocurrió a Napoli contra Spezia, que apenas atacó pero acabó imponiéndose por 1-2, resultado que deja en serios líos al equipo de David Ospina, quien fue titular pero no pudo evitar la desconcertante caída.
Y es que lo del primer tiempo fue un solo del local: Insigne se lo perdía al primer minuto en una definición increíble en él; luego, a los once, vendría la triple salvada de Spezia por pura falta de precisión del local; de nuevo se animaría Insigne es un tiro muy cruzado que salió mal y así, contra todo pronóstico, se fue en blanco el primer tiempo, en el que ni una sola vez probaron a Ospina los visitantes.
Petania quemaba las manos del portero en el inicio del segundo tiempo y era una copia idéntica del inicio, excepto que se acordó Spezia de Ospina y le metió un remate débil, sencillo.
Hasta que a los 57 por fin llegó el error del central, que tratando de evitar el gol acabó ayudando a Petania a meterla en el arco para el justo 1-0 parcial.
Pero nada iba a terminar como se esperaba. Vendría la polémica cuando se desplomó en el área Pobega y el árbitro compró, pitó penalti y llegó un empate totalmente inesperado tras el cobro de Nzola a los 68.
Ismajili (77) salía expulsado en el visitante pero no haría diferencia. Y entonces la tragedia: salía Ospina al cruce de Nzola y nadie le ayudó, con lo cual apareció Pobega para el rebote y simplemente definió para el 1-2 sorpresivo y desconcertante.
El tiempo se acabó sin que Napoli pudiera evitar el triste final, que en la tabla de posiciones lo deja comprometido, con Atalanta y Juventus al acecho de puesto en zona europea.