¡Rueda la champaña! Show de Liverpool y Chelsea y fiesta del campeón

Los rojos recibieron el título que esperaron casi 30 años en un partido de golazos y lujos.

Liverpool vs Chelsea

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Foto: Tomado de Twitter @LFC

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22 de julio 2020 , 04:09 p. m.

Un partidazo, uno de esos típicos de Premier League, con esa mezcla de vértigo y talento, sirvió a Liverpool para recibir su anhelado trofeo de campeón tras superar con lo justo 4-3 a un Chelsea que nunca renunció, aunque sabía que la noche iba a ser de profunda felicidad roja.

La fiesta del campeón se trasladó a los alrededores de Anfield, donde la felicidad pudo más que la prudencia en tiempos de pandemia y el recibimiento fue loco… por decirlo menos.

Ya en la cancha, el partido no acababa de engranar en los primeros minutos, si bien los jugadores sentían el impulso de los gritos afuera.
Sería Keita el primero en responderles cuando a los 22 minutos aprovechó una grosera pérdida de Willian y de media distancia fusiló a Kepa para adelantar 1-0 al dueño de casa.

No despertaba Chelsea, más allá de un fuera de lugar de Mount que arruinó la jugada del empate, en un pestañeo en el mediocampo rojo.
Vendría una falta clara contra Mane, protestadísima por Kovacic y todos los de azul en el campo y por Lampard en la raya… Y sí que sabían por qué: al cobro Alexander-Arnold y otro golazo de tiro libre, su preferido para que a los 38 ya Liverpool ganara 2-0 sin mayor esfuerzo.


Wijnaldum aprovecharía otra extraña manera de marcar de la zaga azul, dando libertad a varios en el área, uno de ellos el atacante que a los 43 tomó un rebote (había mano en el área) y por tercera vez puso a celebrar a los chicos de las afueras. Iba a ser un 3-0 antes del descanso, pero Giroud se avivó y capitalizó un error para marcar el 3-1 parcial. Igual, todo estaba dicho.

¡Mentira! No todo. Faltaba Firmino, el que no marcaba en casa, el que tomó un centro impecable de adivinen quién.. Alexander-Arnold, para que el brasileño acabara de cabeza con un ayuno de 19 partidos. ¿Se estaba guardando para celebrar el día de la coronación? ¡Quién dice que no!
Lo tuvo Salah, que lo buscó todo el partido, a los 57 pero fue Chelsea el que recortó distancias y le puso emoción al juego, en la primera salida clara de Pulisic, que coronó el veloz Abraham para el 4-2.

Ya solo se escuchaba la pólvora para festejar el título, se iluminaba el cielo en Liverpool, se contaban los minutos para la anhelada entrega del trofeo por el que esperó el campeón casi tres décadas.

No quería ser Chelsea un convidado de piedra y fue así como Pulisic se inspiró y anotó el 4-3 en un mal regreso de Van Dijk, choque con compañero y libertad para que el creativo venciera en una linda media vuelta a Alisson Becker.

Ya no quería más líos Klopp, quien aseguró con cambios y piernas nuevas el medio campo y se dedicó a esperar, como todos sus seguidores afuera, a que el anhelado título por fin llegara a sus manos. Pero sus desobedientes dirigidos no querrían cerrar el juego antes de un nuevo pepazo, que partió de un cobro de Chelsea en el área local y a partir de ahí solo tres pases en un contragolpe que coronó Chamberlain y acabó en el 5-3 final.

¿Locura? Sería tacaño para describir el fiestón, teñido de rojo, que se vivió en Anfield.

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