Mucho se dijo en su momento sobre la realidad de la salida de Alejandro 'Papu' Gómez de Atalanta, cuando era el capitán y un hombre clave dentro del campo, y su duro cruce con el técnico Gian Piero Gasperini. Y resultó que todo lo que se rumoró era cierto.
Ambos ventilaron finalmente lo que ocurrió entre ellos a finales del año pasado, en sendas entrevistas para medios locales.
Lo más importante: sí hubo golpes y agresiones físicas entre ellos. Después la consecuencia fue que el 'Papu' salió del club con destino al Sevilla de España, donde por ahora sigue buscando un lugar entre los titulares habituales.
"La actitud de Gómez, en el campo y fuera del campo, se había vuelto inaceptable para el entrenador y los compañeros. La agresión física fue suya, no mía", dijo Gasperini en declaraciones a La Gazzetta dello Sport.
"Pero la real motivación por la que se fue de Bérgamo es por haber faltado gravemente al respeto a los dueños del club (la familia Percassi). Espero que Gómez pueda seguir siendo protagonista por sus prestaciones, como lo hacía en el Atalanta", agregó el técnico italiano, comentando una entrevista del 'Papu' en el diario La Nación.
La verdad del jugador es distinta: "Sí (me agredió). Y ahí dije basta. Uno puede discutir, ok, pero cuando hay una agresión física ya es intolerable. Entonces pedí una reunión con el presidente del club (Antonio Percassi) y le dije que no tenía problemas en continuar, aceptando que me había equivocado: como capitán no me había comportado bien, había sido un mal ejemplo desobedeciendo al técnico", dijo.
"Pero le dije al presidente que yo necesitaba una disculpa de Gasperini. Y le dije, también, que entendía que el presidente no podía aceptar que el técnico hubiese intentado agredir a un jugador. Bien. Al día siguiente hubo una reunión de todo el plantel. Yo avancé y le pedí disculpas al entrenador y a mis compañeros por lo que había pasado. Y no recibí ninguna disculpa del técnico", prosiguió.
"Entonces, ¿cómo había que entenderlo? ¿Lo que había hecho yo estaba mal y lo que había hecho él estaba bien? Ahí empezó todo. Después de unos días le comuniqué al presidente que no quería seguir en Atalanta trabajando con Gasperini. El presidente me comunicó que no me iba a dejar salir, que no me iba a liberar. Comenzó el tira y afloje y los costos fueron para mí: me separaron del plantel y terminé entrenándome solo con la reserva", concluyó Gómez.