Leopoldo Luque está en el centro de la investigación por la muerte de Diego Armando Maradona.
El neurólogo a cargo de la salud del Diez, el mismo que lo operó en la Clínica Olivos por un edema subdural, se presentó este lunes a rendir declaración ante el juez que investiga el deceso y dio varias puntadas de la salud de su paciente.
Según él, antes pocos días antes de morir Maradona dio señales de una profunda depresión: "En un momento -dice Luque- me dijo: '¿Hasta dónde 'querés' llegar? Ya está, Luque, ya sufrí mucho'".
En efecto el exjugador pasaba por un periodo de tristeza que, según Luque, dan la sensación de que se dejó morir: "Creo que Diego, al final, abandonó la pelea. Estaba muy triste, yo lo veía triste, se estaba castigando de un modo que yo no lo iba a permitir, como amigo que era de él".
Sin embargo, el abogado de la enfermera que descubrió la muerte del ídolo, Rodolfo Baqué, le dijo al canal TN que hubo muchas irregularidades en la atención del paciente en la casa donde se recuperaba tras la cirugía.
"Maradona se cayó el miércoles anterior a su fallecimiento. Tuvo un golpe, se cayó y se golpeó y tampoco lo llevaron a un hospital a hacerse una resonancia o una tomografía", dijo.
"Cuando se cae, lo levantan. No fue mayor el golpe. Pero sí tuvo una caída. Se había golpeado del lado derecho, contrario a la operación. Y fue levantado y siguió su vida normal", agregó Baqué.
El abogado explicó que Maradona requería un cuidado terapéutico, con un cardiólogo y otros especialistas, que no tuvo en sus últimos días: "Ellos son despedidos por el propio Maradona, en principio avalado por la psiquiatra, que permite que se vayan". Dijo el abogado que había un chat en el que la siquiatra daba indicaciones de los medicamentos que se debían dar, pero que nadie más daba indicaciones por allí, incluyendo a Luque.