El fútbol mexicano ha sido destino de grandes figuras internacionales que, en algún punto de sus carreras, decidieron probar suerte en la Liga MX.
Jugadores provenientes de Europa y de Sudamérica han llegado allí con la misión de aportar su experiencia y calidad.
Entre los europeos más destacados se encuentra Emilio Butragueño, leyenda del Real Madrid, quien cerró su carrera en el Celaya en la década de los 90, acompañado de otros exmadridistas como Michel y Bernd Schuster.
Otro español ilustre fue Pep Guardiola, quien jugó en Dorados de Sinaloa en 2006, en la última etapa de su carrera, antes de convertirse en un exitoso entrenador.
El fútbol mexicano también vio pasar a un auténtico ícono mundial: Eusébio. El legendario delantero portugués defendió los colores de Monterrey en los años 70 en un breve, pero simbólico paso por la Liga MX.
Por el lado sudamericano, el fútbol mexicano recibió a verdaderas estrellas que marcaron una época. Uno de los fichajes más mediáticos fue el de Ronaldinho, quien jugó con Querétaro en 2014-2015 y dejó varios momentos mágicos.
También el mítico Romario tuvo un fugaz paso por el León en 1999, aunque sin mucho éxito.
Entre los goleadores más recordados están los paraguayos José Saturnino Cardozo y Salvador Cabañas. Cardozo se convirtió en leyenda con el Toluca, mientras que Cabañas brilló con Jaguares y América hasta que su carrera se vio truncada por un trágico incidente.
El fútbol chileno también dejó su huella en México con la llegada de Iván Zamorano al América, donde fue pieza clave entre 2001 y 2003.
Este año ya vio llegar a James Rodríguez y a Sergio Ramos, dos figuras que, de entrada, vuelven a enaltecer el fútbol mexicano.
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