Isco Alarcón abandonó a mediados del 2022 el Real Madrid, luego de un paso exitoso, ganando todos los títulos posibles y formando parte de una época gloriosa de la casa blanca. Con el paso de las temporadas, fue quedando relegado a la suplencia, sin mayor incidencia en el remate de la era Zidane y el retorno de Ancelotti.
Rumbo a Sevilla, donde todo indicaba que retomaría el camino necesario con el nivel futbolístico que alguna vez lo tuvo en la cima. Sin embargo, el paso por el cuadro andaluz fue un espejismo, terminando su contrato recientemente.
De acuerdo a información del diario AS, “había señales claras del deterioro de la relación entre las partes durante la disputa del Mundial” lo cual se sumó a una reiterada tradición que recae en el Sevilla, donde jugadores con un gran cartel llegan y terminan en decepción.
Esto recuerda a lo ocurrido con Martial, que llegó cedido del Manchester United, como la máxima figura a destacarse. Sin embargo, apenas disputó 12 compromisos un marcó un gol. Otros dos casos puntuales, de los que se esperaba mucho más, eran Javier Hernández y Fernando Llorente, que no lograron adaptarse al Sevilla.