Todos los ingredientes se sumaron en un auténtico partidazo, de esos que nadie espera pero que se roba al final todas las miradas.
Se citaban Girona y Athletic de Bilbao en Montilivi en un duelo en el que nadie quería dar ventajas, que se decidió en el tiempo extra y que tuvo cuatro penaltis, tres atajados por el portero Gazzaniga, el héroe de la victoria 2-1 de los suyos, que vieron el primer tanto de Yaser Asprilla. Todo fue felicidad en la agonía de una tarde de sol con mucho sabor colombiano.
Yaser, goleador sin querer
Iba de menos a más el primer tiempo de Asprilla, igual que el de su equipo. Muy punzante, con cambios de frente permanentes, penetrando por derecha y hacia el centro, con un peligroso zurdazo a los 24 minutos y dando buenos pases, el joven que volvía a ser titular parecía inspirado.
Sin embargo, pasaban los minutos, parecía que le faltaban socios finos en la última puntada y el partido se iba planchando, entrando en el terreno que quería un Athletic, que en todo caso cometía un error: a instancias del VAR se cobró una falta de Martínez en el área que, infortunadamente, falló Berenguer.
Fue una invitación para el Athletic que primero falló un penalti con Berenguer (tapó Gazzaniga) y luego metió dos sustos: un gran remate de Ander Herrera al que se estiró con todo el portero y otro intento del mismo jugador a los 34, metiendo el remate contra el palo, apenas por arriba.
Y entonces llegaron los goles en ráfaga: a los 39 minutos, quiso Asprilla meter un centro pero Gutiérrez, bien por viveza o por no querer interferir, acabó distrayendo al portero y facilitando el gol del colombiano, el primero con su nuevo club. Su festejo, medio tímido, probaba lo curioso de la jugada.
El problema es que en el terreno propio no se defendía esa ventaja y a los 41 Sancet apareció y castigó el mal retroceso del local para dejar la cuenta 1-1.
Final de infarto
Se fueron dando golpe y golpe hasta el descanso y así igual en el arranque del complemento, con un Asprilla siempre activo, siempre ofreciendo pase y buscando caminos al arco rival, pero un Athletic que cada vez que enfiló, inquietó.
Pudo ser ventaja visitante más de una vez, pero todo lo evitó la pesadilla de Athletic, el arquero Gazzaniga: le sancionaron un penalti más y le cobró primero Iñaki Williams y atajó pero se había adelantado, y entonces le cobró Herrera y esta vez lo paró con los pies, para el delirio en Montilivi. Increíble lo del argentino: ¡tres penaltis atajados (solo dos en la estadística por el adelantamiento) en un mismo partido!
Y estrellaba una pelota contra el travesaño Asprilla en la respuesta pero se le había ido la pelota a su compañero afuera antes del centro y nadie se rendía en el campo en un auténtico partidazo, y un venenoso centro de Asprilla ya en tiempo extra provocó el lucimiento del arquero Padilla cuando atajaba un cabezazo a quemarropa de Stuani, pero detectaban una fina falta en el área y era el moño para un auténtico partidazo el agónico penalti que Stuani, recién llegado, anotó con suspenso pues la arañaba el arquero.
En la tabla, Girona gana un lugar, va de 11 con 12 unidades, y deja a Athletic sexto, aún en zona europea pero más lejos de la punta.
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