Cristiano Ronaldo se encontraba bajo un intenso escrutinio este lunes, tras una derrota del Real Madrid frente al Sevilla en la Liga española de fútbol el domingo, en la que el delantero portugués volvió a decepcionar y que deja a los blancos a tres puntos del Barcelona, líder de la competición.
Con el clásico del 21 de noviembre en casa a la vuelta de la esquina, la sequía de goles de Ronaldo hizo saltar las alarmas en la capital, sobre todo ante la ausencia por lesión del delantero francés Karim Benzema, que además está acosado por problemas legales.
En el estadio Sánchez Pizjuán del Sevilla, Ronaldo fue una sombra del jugador que ha marcado más de 40 goles en tres de sus seis temporadas en España, incluyendo 48 la temporada pasada. No es de extrañar que vuelvan a aparecer informaciones de medios que apuntan que el jugador portugués, de 30 años, podría estar pensando en dejar su actual club al final de la temporada.
A primera vista, los números de Ronaldo parecen muy respetables, con ocho goles en 11 encuentros ligueros y cinco en cuatro partidos de la Liga de Campeones. Sin embargo, cinco de los tantos los logró en un partido ante un flojo Espanyol.
Descontándolos, es su peor inicio de Liga desde su temporada de debut en 2009-10. El domingo, a Ronaldo le costó conectar con sus compañeros, pareció intentar agredir a un rival y, en un ataque de egoísmo, trató de anotar cuando Toni Kroos, Luka Modric y James Rodríguez se encontraban en mejores condiciones.
Mientras salía de la cancha, parecía quejarse a su compañero Sergio Ramos y su rendimiento general sugiere que hay algo en el tres veces Balón de Oro de la Fifa que no funciona. Sea cual sea el origen de su malestar, su entrenador,
Rafael Benítez, lo necesita de nuevo en plena forma para la inminente visita del Barça, ya que de lo contrario el Madrid podría quedar rezagado a seis puntos de sus archienemigos.
Reuters
Cristiano Ronaldo, delantero del Real Madrid.
Foto: REUTERS
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