Asensio se perdió el juego de Champions con el Real Madrid por grano en una pierna que no le permitía subirse la media.

A Ever Banega se le rodó su vehículo mientras le ponía gasolina, pues olvidó poner el freno. La consecuencia de ese descuido la rotura de tibia y peroné y seis meses fuera de las canchas.

Durante un mes Nesta estuvo lesionado pues, por culpa de jugar horas extras con su Play Station, se lastimó la muñeca.

A David Batty, mítico jugador del Blackburn Rovers, lo estrelló su hijo con un tricilo y le rompió el talón de aquiles.

Rio Ferdinand tuvo que dejar de jugar una fecha por una lesión en el tendón de la corva, la razón: se estiró para contestar el telefono mientras estaba acostado viendo televisión.

Julien Escudé paseaba a su perro y este lo derribó al piso para perseguir un gato. Dicha acción de su fiel amigo le costó una lesión en el tendón de Aquiles.

Santiago Cañizares se perdió un Mundial por culpa de una loción que estalló en el piso y le cortó el tendrón del pie derecho.

Carlos Tévez vio frustrado su debut con el Manchester City, pues días antes de que este ocurriera se cayó en la ducha.

Queriéndose quitar un absceso debajo de la uña del pie, Darius Vassell utilizó un taladro para abrir un pequeño agujero y drenar la materia que allí tenía, sin embargo no midió la fuerza y perdió la uña completa. Varias semanas estuvo fuera.

Paolo Guerrero tiene un miedo absoluto a volar en avión, y en uno de sus traslados, el futbolista se tensionó tanto que al presionar sus rodillas se lastimó el muslo izquierdo.