Fue un día difícil, otro más que se pagará en la tabla de posiciones de la Champions League, en la que hubo opción de ir a la punta, pero se escapó.
Nunca se sintió cómodo Aston Villa en su visita a Brujas de Bélgica y con justicia terminó cayendo por 1-0, en un partido en el que Jhon Durán vino desde el banquillo, esta vez sin mayor efecto.
Fue un primer tiempo que tardó en carburar, que ilusionó en el inicio al visitante con las opciones de Tielemans y Rogers, pero que pronto se inclinó hacia el lado local, que hizo figura a Dibu Martínez cuando Tzolis, Jutgla, Jashari y Nielsen se turnaron para hacerlo estirarse de palo a palo, siempre protegiendo su arco con suficiencia.
El problema es que las acciones de ataque de los de Emery se redujeron a algún intento tímido de Rogers, muy poco de Watkins, poco también de Tielemans y así era urgente el ingreso de Jhon Durán, quien repetía como suplente.
Pero entonces vino un error insólito: Mings devolvió la pelota en su área y cobraron mano ante el desconcierto del Dibu Martínez, error que capitalizó Hans Vanaken de penalti para el 1-0 a los 52 minutos. No pasaba mucho pero justo pasó un gol impensado.
Fue al campo Durán a los 58 pro McGinn pero su efecto no sería inmediato, como ha pasado cuando Emery ha querido juntarlo con Watkins, y el tiempo pasaría con al menos cuatro ocasiones claras de los locales de aumentar la ventaja.
Una vez se proyectó con algo de espacio Durán pero el zaguero lo leyó perfecto y lo desarmó antes de entrar al área.
No hizo falta más esfuerzo pues Brujas logró una victoria fabulosa para su futuro en al Champions mientras que el equipo inglés sumó cuatro jornadas sin victorias y dejó pasar la ocasión de pelearle la punta de la tabla a Liverpool.