Sin embargo, el técnico de las escuadra quindiana resaltó las virtudes de Boyacá Chicó, que lo venció 2-1 en Tunja.
"Hablando de lo futbolístico, ellos aprovecharon bien los errores que cometimos. Aunque en el segundo tiempo tratamos de mejorar para darle vuelta al partido, nos encontramos con dos goles que no estaban en nuestros planes. La idea era tratar de aguantar y luego desequilibrar al rival, manejarles el resultado, pero a la ahora la verdad me voy muy triste por el arbitraje", dijo el timonel del Deportes Quindío.
Y prosiguió: "Yo le pido a Dios y Maria Santísima que haya alguien ilumine esto y le ponga mano a esto del fútbol también, porque los arbitrajes son una cosa horrible. Da tristeza dirigir porque yo trabajo honestamente toda la semana para que el domingo alguien haga conmigo lo que quiera y no me gusta. Pero si me pongo a hablar, resulta la Dimayor diciendo que tengo diez fechas de sanción".
El técnico terminó muy molesto, pues dice que sin importar el trabajo que haga entre semana, los perjuicios arbitrales han cambiado el desarrollo de los últimos partidos: "Nosotros siempre salimos a buscar el resultado y a eso vinimos, pero el árbitro va pitando falta yo no sé de donde e interrumpe el partido. Llevo tres partidos en los que me voy decepcionado con los arbitrajes".
Sin embargo, quiso concluir resaltando las virtudes del rival incluso de su propio grupo: "En la parte futbolística de ambos equipos lo hicimos bien. Boyacá Chicó hizo lo que tenía que hacer y se va con un buen triunfo producto de lo que sabe hacer, contragolpeó en el segundo tiempo".
Redacción Futbolred.com
