Una victoria que, dicho sea de paso, les cae de perlas a los 'mandarinas', que si bien siguen en la casilla 17, ahora con 20 puntos (31,7 por ciento de rendimiento), les permite acercarse a los equipos de los cuales estaba bastante lejos al comienzo del segundo semestre. Sirve, además, para enriquecer la confianza y seguir soñando con la posibilidad de una clasificación a los cuadrangulares, que aunque aún se antoja lejana, al menos ya se ve una respuesta futbolística por parte del equipo.
Ocho días atrás, contra Bogotá, se había elogiado la actitud de los jugadores de Academia. De la misma manera, contra Juventud entraron 'enchufados' y en la primera jugada, cuando el reloj marcaba apenas 13 segundos, Cardona abrió la cuenta.
Fue un centro desde la derecha, de Diego Amaya, que no pudo ser rechazado y en el sector opuesto encontró al volante que definió con elegancia y certeza. Un duro golpe que el visitante, que intentaba acomodarse en la gramilla sintética del estadio del Centro Urbano de Recreación (CUR), de Compensar, se demoró en asimilar.
Porque, para su desgracia, muy pronto llegó el 2-0. Fue en una mala salida de la defensa visitante, Álvaro Barros ganó la posición y la cedió atrás, para la aparición de Mosquera, que no le dio oportunidad de reacción al portero Juan Manuel Leyton. Iban menos de 6 minutos y el partido estaba prácticamente sentenciado. Lucía para goleada, porque el local estaba entusiasmado y muy contundente, pero la realidad fue otra.
Porque Academia se conformó demasiado rápido, echó sus líneas hacia atrás y le entregó el balón a Juventud, que simplemente no supo qué hacer con él. En tres contragolpes, sin embargo, el dueño de casa tuvo todo para aumentar la cuenta, pero Barros no pudo acertar. Sobre el final de ese primer período, en una decisión que se antoja demasiado drástica, el árbitro llanero Leonardo Salazar expulsó al local Andrés Felipe Rodríguez, que saltó a cabecear con un rival, y condicionó el resto del juego.
Lo condicionó porque en la segunda parte, con uno menos y dos goles de ventaja, Academia poco o nada hizo por el ataque. Armó dos líneas de cuatro y dejó solo en el contragolpe a Barros, que naufragó en medio de la marca visitante. En Juventud, el técnico Wilson Gutiérrez le dio paso a Arley Arango, en sustitución de Miguel Galindo, y ganó en manejo y conducción. Sin embargo, ese cambio no le aportó la profundidad que necesitaba para, al menos, conseguir el descuento.
Si el primer tiempo estuvo entretenido y contó con varias jugadas de gol, el segundo fue muy aburrido y se jugó muy lejos de los arcos. A pesar de que ambos técnicos intentaron darle otro rumbo al encuentro, no lo consiguieron y el tiempo se consumió en un fútbol insulso. Al final, Academia celebró una nueva victoria, que pone en evidencia no solo una mejoría en su nivel futbolístico, sino también una reacción matemática en la tabla de posiciones.
La semana entrante, en disputa de la vigesimasegunda fecha del Torneo Postobón, Academia tendrá un duro partido, cuando visite al Atlético Bucaramanga. Juventud, por su parte, estará enfrentando al Real Santander, también a domicilio.
