Después fue contratado por el Olimpia, el equipo de mayor afición y con más campeonatos (22) en el fútbol hondureño, al que estuvo ligado hasta inicios de los 70, cuando viajó a España para jugar en la segunda división con el Alavés, y luego en las filas del Mallorca.
De Urquía, quien sufrió problemas de alcoholismo, se recuerda su entrega incansable en la cancha y su capacidad goleadora, por lo que fue convocado a varias selecciones de Honduras, la última vez para el hexagonal de 1981 en Tegucigalpa, eliminatorio del Mundial de España de 1982, al que clasificó el país centroamericano.
También integró las selecciones de Honduras para los mundiales de México'70 y Alemania'74.
En el Alavés español, Urquía jugó con el argentino Jorge Valdano, otrora delantero del Real Madrid.
Urquía formó parte de una generación de buenos futbolistas hondureños que en los años 70 destacaron en el fútbol local y después viajaron a España, como el delantero Jorge Brand y el defensor Miguel Angel Matamoros, con quienes jugó en el Olimpia.
Brand y Urquía también jugaron juntos en el Mallorca.
A finales de los años 70 Jorge Urquía regresó a Tegucigalpa y volvió a las filas del Olimpia, donde anunció la retirada.
Cuando se creía que su carrera había acabado, el entrenador José de la Paz Herrera, quien lo dirigió en el Olimpia, lo convocó en 1981 para un hexagonal en Tegucigalpa.
Herrera, en declaraciones a la radio HRN, destacó hoy la calidad futbolística de Urquía y su capacidad para definir en el área rival.
EFE