Tras quince horas de intensas negociaciones en Johannesburgo, sindicatos y patrones llegaron a una posición común en la noche del martes al miércoles, por un aumento del 12% de los sueldos de los trabajadores, según Shane Choshane, un portavoz del Sindicato Nacional de Mineros, el principal de la construcción.
En un principio, los representantes de los obreros aseguraron que no aceptarían bajar de una subida del 13%.
"La huelga se ha levantado hoy (miércoles). Los obreros volverán al trabajo mañana (jueves) por la mañana", precisó Choshane a la AFP.
El parón de una semana fue seguido por unos 70.000 obreros, que trabajan en los cinco estadios aún en construcción para el Mundial, que se celebra por primera vez en suelo africano.
Si la huelga hubiera continuado, los organizadores del evento habrían tenido problemas para respetar los plazos fijados, tanto en los recintos como en otras obras relacionadas con el Mundial, como el transporte ferroviario o el nuevo aeropuerto de Durban.
Choshane aseguró el miércoles que los estadios estarán finalizados para el torneo de fútbol, a pesar de los días perdidos por la huelga.
El Comité Local de Organización (LOC) del Mundial-2010 también comparte esa opinión, a la vez que se alegra del acuerdo entre empresarios y sindicatos. "Los obreros y sus empleadores han abierto la vía para que los estadios estén listos a tiempo para el Mundial, el próximo año", estimó el director general del LOC, Danny Jordaan, en un comunicado.
Los 64 partidos del Mundial, organizado del 11 de junio al 11 de julio de 2010, se disputarán en diez recintos, de los cuales cinco están en construcción y otros cinco han sido renovados y están ya preparados.
"Las largas horas de negociaciones (entre obreros y empresarios) han puesto a prueba el patriotismo y el amor por el país" de las dos partes en conflicto, añadió Jordaan.
El acuerdo muestra "su compromiso por desarrollar en Sudáfrica las infraestructuras, que son una clave para la prosperidad económica y la estabilidad de nuestro país", apuntó.
Sudáfrica, primera potencia económica del continente africano, está invirtiendo miles de millones de dólares para mejorar sus infraestructuras de cara a las previsiones de 450.000 visitantes para el Mundial.
La necesidad de terminar los estadios a tiempo y la voluntad de Sudáfrica de probar que es capaz de organizar el evento de manera exitosa, a pesar de las críticas, "quizás" ha tenido que ver en la resolución rápida del problema laboral, subrayó Choshane.
"Esperamos que la industria de la construcción haya aprendido la lección (de esta huelga). Hay que tomar en serio los problemas de los empleados. Es la única manera de evitar huelgas en el futuro", avisó.
A su juicio, los empleadores se han aprovechado de las condiciones de la mano de obra local, en un país donde la tasa de paro se sitúa en algunos sectores alrededor del 40%, según la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
Ciudad del Cabo
AFP