La presencia del atacante Diego Forlán, recientemente coronado 'Pichichi' en la Liga española, y del volante Kaká, cuya transferencia del AC Milán al Real Madrid fue noticia esta semana, supone un plus para el clásico que el sábado disputarán Uruguay y Brasil por las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de Sudáfrica-2010.
De esa forma el uruguayo superó una vez más al camerunés Samuel Eto'o (FC Barcelona), quien con 30 goles no resistió el sprint final de Forlán que en buena medida ayudó a su equipo a clasificar a la Liga de Campeones de Europa al finalizar en la cuarta plaza.
Para hacerse de la Bota de Oro, Forlán también sobrepasó a Eto'o, que quedó segundo, y a Marc Janko, del Salzburgo, quien marcó 39 goles en la Liga de Austria pero por coeficiente finalizó en tercer lugar.
"Obviamente que ser goleador de España es espectacular, pero de Europa, con la calidad de los jugadores y lo equipos que hay, la verdad es que es algo muy lindo", dijo el jugador al llegar a Montevideo para unirse a la selección celeste.
El uruguayo le otorga especial atención al partido ante Brasil, segundo con 21 puntos en la tabla de posiciones de las eliminatorias, detrás de Paraguay que suma 24.
Los celestes tienen 17 unidades y se encuentran quintos, en zona de repesca.
El clasificatorio regional otorga cuatro cupos directos al Mundial sudafricano y al quinto mejor colocado la posibilidad de un repechaje contra el cuarto de Concacaf.
Tras asegurar que en defensa el once celeste se presenta sólido, el rubio delantero dijo que "en el medio tenemos bastante balance, con buenos jugadores de fútbol, y adelante, como te digo, Uruguay también se caracterizó por tener grandes delanteros".
"Así que, la verdad, es que es una selección que tiene diferentes tipos de jugadores y jugando en muy buen nivel en sus respectivos equipos", agregó.
Al igual que Forlán el volante Kaká se robó los titulares de la prensa deportiva al manejarse su transferencia al Real Madrid por 65 millones de euros, en lo que sería el segundo pase más caro de la historia, luego de los 75 millones que el Madrid pagó en 2001 a la Juventus por el francés Zinedine Zidane.
Aún cuando ésta no fue plenamente confirmada ya que habrían surgido complicaciones de último momento nacidas en un supuesto interés del Chelsea inglés, volvió a catapultar al jugador brasileño a un primerísimo plano.
Kaká, de 27 años, fue campeón mundial con Brasil en el ecuménico organizado por Corea del Sur y Japón en 2002 y en 2007 ganó el Balón de Oro al mejor jugador europeo que entrega la revista France Football desde 1956.
Entonces también recibió el premio con que la Fifa distingue al jugador de mejor desempeño en el mundo.
AFP