En principio, hay más seguridad en la elección de las sedes polacas y menos en las ucranianas, que ha sido el principal motivo de preocupación e incertidumbre en los últimos preparativos.
La lejana posibilidad de retirar a Ucrania la organización del torneo y dejarlo sólo en Polonia sería un duro golpe para el proyecto deportivo del país, aunque también hay voces que apuestan por la elección de seis ciudades en Polonia y sólo dos en terreno ucraniano.
"La situación de la organización no es fácil para Polonia y Ucrania, tampoco lo es para la UEFA. Pero estos dos países se esfuerzan a fondo y la UEFA realiza también los esfuerzos necesarios para avanzar", declaró Platini en el Congreso de la UEFA en marzo, en Copenhague.
Según el proyecto inicial, Polonia y Ucrania se repartirían el torneo de forma equitativa, con cuatro sedes cada uno.
París
AFP