Para algunos jugadores peruanos el culpable de su derrota ante Venezuela fue el presidente Hugo Chávez: "Esto fue un robo y ha sido preparado por Chávez", dijo el capitán y defensa de Perú, Carlos Zambrano (Schalke 04, Alemania).
El zaguero peruano culpó al árbitro boliviano Joaquín Antequera de cometer varios errores durante el partido, insinuando que fue "comprado" y perjudicando a Perú con la expulsión de dos de sus jugadores.
La figura de Perú, Reimond Manco (PSV Eindhoven, Holanda), expulsado ante Venezuela, recalcó que "todo estaba preparado para sacar a Perú" de la lucha por los cuatro cupos para el Mundial de Egipto-2009.
Manco admitió que la actuación peruana estuvo por debajo de lo que se habían propuesto y constituyo un fracaso.
Los titulares de los diarios reflejaron la decepción y la frustración de un país que no saborea triunfos en esta categoría desde 1999: "Hasta te olvidaste de ganar", anotó el diario El Comercio; "Cero puntos", puso El Bocón.
"Un final horroroso", tituló el diario deportivo Todo Sport, señalando que "la 'selección de la esperanza' se despidió sin ganar, impotente, amarga y con la bronca de comerse el fracaso en el Sudamericano".
La bronca de los peruanos se refleja mejor cuando se destaca que Perú sólo sumó un punto en los últimos cuatro Campeonatos Sudamericanos Sub-20, que se remonta al torneo del 2005.
La puntería de la crítica se centra sobre el DT Tito Chumpitaz, a quien se culpa de haber desarticulado un equipo que tenía como base a la exitosa Sub-17 de Perú, que había clasificado al mundial de su categoría en 2007.
"A pesar de tener jugadores con experiencia, quedamos últimos", resumió El Comercio, vislumbrando un futuro dudoso para el fútbol tras los triunfos de la Sub-17 que "nos permitió hablar con brillo en los ojos sobre el tiempo futuro".
Lima
AFP
