Es un rectángulo abierto en las cuatro esquinas, sin el pegue entre sus graderías, espacio habilitado a zona verde. Así es la Arena Pantanal, el estadio de Cuiabá y única construcción de ese tipo de los 12 que se utilizan en el Mundial Brasil-2014.
La razón es sencilla: darle ventilación a sus espectadores en esta capital del estado Mato Grosso cuya temperatura, en verano, llega hasta los 40 grados centígrados.
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"Aquí se concentra el calor. Puedes fritar hasta un huevo", dijo Abdalla Zarour, periodista brasileño local del portal ‘reportermt.com.br’, sentado a nuestra derecha en la tribuna de prensa, la noche del sábado pasado durante el partido del Grupo F en que Nigeria venció 1-0 a Bosnia y Herzegovina.
Mientras en la calle, el termómetro marcaba 27 grados centígrados, en el estadio, con todo y que la noche refresca, no bajaba de 30. La meseta de Chapada dos Guimarães, belleza natural, impide la llegada de los frentes fríos. Así que Colombia enfrentará a Japón, el martes, con temperatura similar a los partidos de local de las eliminatorias mundiales en el metropolitano Roberto Meléndez de Barranquilla.
Es un escenario moderno, no tanto como el Mineirao de Belo Horizonte ni el Mané Garrincha de Brasilia --sede de los dos juegos iniciales de Colombia--, pero cómodo y con capacidad para 41.112 espectadores, que costó cerca de 560 millones de dólares. Esta cifra causó molestia, porque Cuiabá carece de fútbol profesional y el equipo más popular, Mixto Esporte Clube, apodado 'El tigre', participa del torneo del estado de Mato Grosso.
Comenzó a construirse en abril del 2010, sobre el viejo estadio José Fagelli (se le conocía más como Verdao), y apenas se entregó hace unas semanas, pocos días después de la muerte del obrero Mohamed Alí Maciel, de 32 años, en mayo. Su estructura es sostenible y va con el medio ambiente de una región que propende por ello. Parte de las gradas pueden retirarse y se habilita un gigante centro de convenciones o salones de eventos.
El Pantanal, que recibe el nombre del rico ecosistema de la región y que tiene las gigantes pantallas de televisión no detrás de los arcos sino en dos esquinas diagonales, es sede de cuatro partidos en el Mundial (Chile 3, Australia 1; Rusia 1, Corea del Sur 1; Nigeria 1, Bosnia y Herzegovina 0). Colombia-Japón es el último.
ESTEWIL QUESADA FERNÁNDEZ
Enviado especial de EL TIEMPO
Cuiabá (Brasilia)