La tarjeta roja que vio el pasado sábado no lo ha dejado dormir tranquilo. Una y otra vez busca una explicación para saber el porqué el árbitro Francisco Peñuela decidió expulsarlo, lo que lo dejó automáticamente por fuera del partido de este viernes ante el Deportivo Cali.
"Yo no soy una persona de gritarles o decirles groserías a los jueces. Yo aceptaría esa roja si hubiera actuado de mala fe con un jugador rival, o que le hubiera increpado con vehemencia al juez, pero no, yo en ningún momento me metí con él. Es más, yo ni lo conozco, no sé que le hice para que me echara", explicó el delantero del Deportes Quindío.
Ricard vio la cartulina roja por doble amonestación ante Real Cartagena; la primera, presuntamente por asediar al juez, y la segunda, por un supuesto golpe a Edwin Rivas.
"En la primera yo sólo me arrimé a pedirle que le sacara una amarilla a un jugador del Real por una fuerte falta sobre un compañero y el árbitro me dijo que no lo 'correteara'. Yo le expliqué que yo no estaba haciendo eso y de una me amonestó".
"Es más, en ese momento llegó Hernando el 'Cocho' Patiño y le dijo a Peñuela que no me tratara así de duro, que por qué era así. En la segunda, antes fue Rivas el que de mala fe me tiró una patada que, si no salto, me 'daña', y cuando miré al juez para mostrarle la jugada peligrosa me sacó la otra amarilla".
Tal vez, su forma de mover las manos y sus gestos fuertes confunden a sus rivales y hasta levantan sospechas en los encargados de impartir justicia en las canchas.
Alguna vez, un árbitro de Cali le aconsejó que en los partidos no le hablara al juez moviendo las manos porque eso era interpretado como un acto de furia.
El experimentado delantero no se siente perseguido, pero sí pide que se haga justicia. "Muchas veces los videos sirven para poner sanciones, por eso ahora espero que la Dimayor mire el video y eche para atrás esa roja, que me la quiten porque yo no me puedo ver perjudicado por un error de esos".
Ricard se comunicó con Hernando Ángel, dueño del Deportes Quindío, y le pidió que lo ayudara a tramitar ese reclamo ante la Dimayor. "El me dijo que iba a mirar bien el video y que mandaremos nuestra queja solicitando que me quiten esa roja".
A principio de temporada, el delantero fue sancionado con cuatro fechas por conducta incorrecta contra el juez Ramiro Suárez, en un partido de pretemporada entre el Deportes Quindío y el Deportes Tolima.
"Esa vez sí obré mal porque minutos antes de entrar a la cancha tuve un problema personal y no separé las cosas íntimas con las profesionales. Me dejé calentar y después salí y le pedí disculpas al árbitro porque yo no soy así, solo me obnubilé".
Ahora, el artillero está dispuesto a dar la pelea, en buenos términos y sin muchos ademanes, para que la Dimayor crea en sus palabras y le levante el castigo.
Jhon Mario Zuluaga Morales
Para EL TIEMPO
Armenia