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La noticia se conoció poco después del anuncio de las convocatorias para las Eliminatorias a Catar 2022 y generó un auténtico tsunami: ¡la fecha triple de septiembre está en riesgo inminente!
La Premier League dijo que no cederá a los jugadores para las selecciones suramericanas, pues están todas en la lista roja que obliga a hacer cuarentena de 10 días en un hotel al regreso, se sumó después LaLiga de España. Para Colombia se trata de una medida que afecta a dos jugadores, Dávinson Sánchez y Yerry Mina, lo que no es menor tratándose de los centrales titulares del equipo. Pero para Brasil, por ejemplo, solo en Inglaterra pierde a 9 de sus convocados, mientras Argentina se queda, sumados los dos torneos, perdería a 13 hombres de su lista.
Lejos de acercar posiciones, los comunicados públicos han sido declaraciones de guerra: FIFA habla de las "consecuencias de un posible incumplimiento", tratando de persuadir por la fuerza a las ligas inglesa y española, mientras esta última anticipa "acciones legales pertinentes" si la máxima autoridad obliga a la cesión de los futbolistas. Una clásica 'mostrada de dientes".
Y así estamos: la Eliminatoria Suramericana, que tendría por primera vez tres partidos, vive la misma situación de marzo pasado, cuando se aplazó toda la fecha por la presión de Brasil y Argentina, que no aceptan perder a varias de sus figuras por culpa de las normas sanitarias en los países donde actúan. ¿Se repetirá ese escenario?
Es pronto para saberlo, pero la pregunta urgente es: ¿tienen Conmebol y FIFA herramientas legales para obligar a los clubes a ceder a sus jugadores? La respuesta obligada es NO.
Puede ser una especia de tiro en el pie la última actualización que hiciera la FIFA de su propia norma, pues en el capítulo relativo a las selecciones nacionales y sus necesidades especificas, el artículo 3 dice:
"Las disposiciones relativas a la liberación de jugadores a las selecciones nacionales mencionadas en el anexo 1 se aplicarán normalmente salvo si:
i. a) existe un periodo obligatorio de cuarentena o autoaislamiento de al menos 5 días a la llegada en:
a) El territorio donde se encuentra el club obligado a liberar al jugador a la selección nacional, o
b) El territorio en el que se va a celebrar el partido de la selección nacional, o
ii. Existe una restricción de viaje a o desde uno de estos dos territorios indicados anteriormente y
iii- Las autoridades competentes no han concedido una exención específica relativa a las mencionadas decisiones a los jugadores de una selección nacional".
Según la explicación del abogado Andrés Charria, todas las condiciones se cumplen en el caso de la decisión de la Primer y LaLiga: "la realidad es que, si hay algún tipo de restricción, los clubes pueden negarse. Si llegaran a admitir alguna demanda debería conocerla la Comisión Disciplinaria, porque es la que conoce las faltas de los clubes al no facilitar jugadores, pero creo que los clubes tienen el reglamento de su lado", explicó.
En su opinión, se trata de decisiones impopulares de los clubes pero aterrizadas a la situación actual: "es justificable, se quedan diez días sin los jugadores porque no pueden entrenar, están aislados, además están los 11 días de la competencia. Los pierden 21 días mínimo, más lo que tarden en volver a acondicionarse. Puede ser hasta un mes".
En caso de adelantarse algún proceso sancionatorio, como ese del que habla la FIFA en la carta del presidente Gianni Infantino al jefe de la Conmebol, Alejandro Domínguez, lo que está estipulado, inicialmente, son multas y sanciones disciplinarias, las mismas contempladas para un jugador que insista en jugar para su selección, otro escenario que es prácticamente improbable. Pero la opinión del abogado, sobre el texto mismo del reglamento, no admite mayores discusiones: "yo creo que el reclamo (de FIFA y Conmebol) no tiene ninguna posibilidad".