Selección Colombia

Fútbol total, fórmula de Colombia para neutralizar a flechas españolas

Plan de Néstor Lorenzo para bloquear circuitos y encontrar maneras de rodear bien a Díaz.

Selección Colombia. Foto: EFE


21 de marzo 2024, 07:42 p. m.
¿Querían un rival retador, uno que ponga presión y que exija a todos los que serán elegidos para la Copa América 2024? Lo tendrán al frente este viernes (3:30 p.m. hora colombiana) y es nada menos que un ex campeón mundial, el campeón vigente de la Nations League y una potencia mundial que tiene en sus filas a varias de las más importantes promesas del mundo. Al que pida más...
El lío es que tener un rival tan exigente es a la vez una ambiciosa misión y un riesgo grande de terminar el invicto con una derrota que puede ser muy dolorosa. 
La fortuna es que, al menos desde el discurso, Colombia ha aprendido a plantarles cara a las potencias, así como cuando dio cuenta de Alemania (0-2), y ha sabido competir sin complejos y esta vez no tendría por qué ser la excepción.
¿Cómo enfrentar a un rival tan retador? La fórmula se inventó hacia 1974 y la bautizaron 'fútbol total'. La idea de Rinus Michels era que que los jugadores se movieran permanentemente de su posición, de tal manera que siempre hubiera un compañero de respaldo para conservar la estructura táctica, de tal manera que cualquier, en un momento dado, podía ser defensor, mediocampista o delantero.
Así, lo que se requiere en el estadio olímpico de Londres es un trabajo de presión a la salida desde las posiciones de Díaz, Borré y James, multiplicando esfuerzos para bloquear a los laterales españoles y repartirse el campo de tal manera que no encuentres salida los centrales. Para los dos últimos, con poca competencia, será todo un reto y una necesidad: si siguen en la lista a pesar de la inactividad, lo mínimo es que den la milla de más. 
Pero como todos saben que el 10 no brilla precisamente por la marca, el problema pasa a la mitad del campo. Allí Arias se sacrifica alejándose del área como extremo, su posición natural en Fluminense, precisamente para dar una mano detrás de los atacantes, a quienes no solo les evita trabajos forzosos sino que asiste para gol, cuando no resuelve él mismo de cara al arco. Todo lo ha hecho siempre bien el chocoano vestido de amarillo.
 
Y sus respaldos, que se espera sean Lerma y Castaño, funcionarían entonces como seguros de emergencia, como barredores a lo ancho del campo para desconectar a los Rodri y Zubimendi de Yamal, Williams y Olmo, una auténtica fábrica de ideas, de pases precisos y de media distancia, que exigirán al máximo desde allí y hacia atrás, donde los laterales colombianos deben estar prestos a respaldarlos y asegurar las bandas para evitar que alguno se fugue y conecte con Morata. 
De los centrales será el trabajo de evacuar pelotas al área, una fórmula en la que son letales los ibéricos, cuidando especialmente el juego veloz y letal de los jovencitos rivales a sus espaldas. La misión, al final, es evitar que llegue jugadores libres al mano a mano con Camilo Vargas y si eso exige a un Borré, a un Arias o incluso un Díaz en área propia, pues que sea. 
En un mundo ideal, ese sería un plan infalible. Pero es fútbol y eso reduce la perspectiva de realidad. El talento, que rompe todos los esquemas, de nuevo hará la diferencia. Lo que se espera es que sea el colombiano y no el europeo. Sí, no es el resultado lo primordial, pero ¡cómo ayudará a ganar confianza y paz para trabajar de la Copa América!
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