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El terrorífico día de Yerry Mina quedó atrás, pero las críticas en su contra se mantienen más vivas que nunca. Si de por sí su presente en Everton era sumamente discutido, la reciente presentación con Colombia lo crucificó. Regaló el primer gol con tan solo cinco minutos de juego, salió expulsado por doble amonestación y no podrá jugar frente a Ecuador en Quito. Sí que fue un viernes 13 para él. Ahora bien, la historia hace cuatro años, frente a los uruguayos, fue completamente opuesta.
Aquel 12 de octubre, muy lluvioso por cierto, la Selección, que por aquel entonces dirigía José Nestor Pékerman, recibió a los charrúas en la décima jornada de las eliminatorias sudamericanas.
A pesar de que Abel Aguilar puso en ventaja a los locales sobre el minuto 14 con un cabezazo certero, la visita igualó rápidamente gracias al ‘Cebolla’ Rodríguez (28 PT) y se puso en ventaja, para sorpresa de todos, con anotación de Luis Suárez (27 ST).
La suerte parecía echada, no solo por la incapacidad colombiana en generación sino también por el orden uruguayo. No cedían un solo centímetro.
Pero sobre el minuto 38 de la segunda parte, apareció el salvador nacido en Guachené. Yerry Mina, en esa época jugador del Palmeiras, capitalizó un imperfecto centro de Juan Guillermo Cuadrado con un sostenido maravilloso. Empate más que sufrido.
Desafortunadamente, a Yerry le tocó conocer el otro lado de la moneda este viernes. Pasó del éxtasis divino al estrés de los infiernos en poco más de cuatro años.