En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de
terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística,
optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada
con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa
navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo
deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Freddy Rincón fue uno de los grandes protagonistas de la victoria 5-0 de Colombia sobre Argentina en Buenos Aires el 5 de septiembre de 1993. El jugador de Buenaventura marcó dos veces: El primero a los 41 minutos de la etapa inicial y el tercero a los 28 del complemento, dándole tranquilidad a un resultado que tal vez no estaba en la mente ni del más optimista de los hinchas tricolores.
Ese domingo Colombia se paralizó para ver las celebraciones de Rincón, Faustino Asprilla (2) y Adolfo ‘el Tren’ Valencia, en un estadio Monumental que parecía un cementerio y sus asistentes terminaron rendidos en aplausos ante los jugadores criollos. Futbolred habló con el mediocampista vallecaucano sobre esta hermosa efemérides.
¿Qué recuerdo tiene del 5-0 sobre Argentina el 5 de septiembre de 1993?
Esa fue una de las cosas buenas que se han hecho en el fútbol colombiano y la gente la ha disfrutado mucho. Era el último partido de las Eliminatorias y se consiguió clasificar directo al Mundial, eso lo dice todo, más ante el rival que fue y el resultado que se dio.
¿Qué sintió cuando hizo el primer gol?
Era importante porque se cerraba el primer tiempo ganando, por el rival que se tenía al frente en un partido difícil, en el momento y en la forma en que se dio, la emoción fue muy grande.
¿Ver el Monumental en silencio qué sensaciones le dejó?
Una gran alegría por la importancia del gol y lo que nosotros jugábamos en ese partido.
¿Cómo recibieron el tercer gol, el segundo en su cuenta?
Ese ya daba más tranquilidad, Argentina quería buscar el descuento para empezar a remontar, pero se encontró con ese, bajaron un poquito el ritmo y nosotros pudimos seguir mostrando nuestro fútbol.
¿Qué les decían los jugadores argentinos en la cancha?
Nos decían cosas y gesticulaban mucho, porque tal vez querían bajarnos el ritmo para poder conseguir alguna alternativa, pero, al contrario, para nosotros fue más motivante para seguir jugando.
¿Alguna anécdota de ese partido en especial?
Hay muchas, pero la más bonita de todas fue verlos a todos ellos aplaudirnos en el estadio.
¿Especialmente ver a Diego Maradona aplaudiendo, con todo lo que dijo en el previo?
El fútbol tiene sus cosas, en su momento no era para taparle la boca a Maradona, sino que necesitábamos ganar para clasificar.
¿Usted también considera que el triunfalismo con el que se asumió ese resultado afectó a la Selección en el Mundial de Estados Unidos 94?
Eso en su momento fue mal planificado, hay que reconocer que las cosas se planifican mal y por eso se llegó a donde se tenía que llegar, de todos modos son situaciones que pasaron, ya están y quedaron atrás.
¿A qué se refiere con mala planificación?
Nosotros llegamos a una parte en la que no debiéramos haber estado, un hotel central donde la gente entraba y salía, no me pareció que era un sitio apto para una concentración.