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Un escándalo se originó en Miami al margen de la final de la Copa América 2024, que la Selección Colombia perdió contra Argentina por 1-0.
El protagonista fue el propio presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, quien protagonizó serios incidentes contra miembros de la Policía de Miami, que controlaba la seguridad en el Hard Rock Stadium de Miami, sede del compromiso.
Tras un intercambio de insultos y golpes, que quedaron registrados en videos compartidos en redes sociales, el dirigente y su hijo fueron detenidos y llevados ante las autoridades. Ambos fueron reseñados, presentados ante una jueza y fotografiados con los atuendos naranja que se usan en Estados Unidos para identificar a los infractores, pero en las últimas horas de este lunes recobraron la libertad.
La versión de la FCF
Este martes, la FCF dio su versión de los hechos: "Como es de conocimiento público desde tempranas horas del pasado domingo 14 de julio, se vivieron momentos tensionantes y confusos en dicha sede deportiva lo que derivó en modificaciones de última hora e implementación de nuevas medidas de seguridad para garantizar la integridad de los asistentes", dijo en un comunicado.
Ramón Jesurún, libre tras escándalo en Miami.Foto: Captura de imagen
"Culminado el encuentro deportivo, pasada la media noche se desarrolló la ceremonia de premiación a la que por estricto protocolo fueron convocados las delegaciones del campeón: Argentina y el subcampeón: Colombia", añadió.
"Sin embargo, empleados de la seguridad privada del estadio, impidieron el acceso oportuno y directo a la gramilla a la mayoría de integrantes de la delegación colombiana, a pesar de estar debidamente identificados con la escarapela oficial de la organización, lo que generó el reclamo de algunos de manera vehemente, porque la premiación empezaría en minutos", fue la versión de la entidad.
Así se refirió a la reacción del hijo de Jesurún: "Uno de los reproches fue vociferado por un familiar del presidente de la FCF. Sin embargo, la respuesta de uno de los guardias fue una maniobra con la mano que en segundos desató agresiones, y momentos de alta confusión".
Entonces, según la FCF, vino una respuesta, al parecer, justificable: "El presidente de la Federación, Ramón Jesurun impulsado por su instinto paternal, pues uno de los reclamantes y posteriormente reducido por los guardias fue su hijo Ramón Jamil, se apresuró a reclamar por lo sucedido pero terminó desbordado por la situación, al encontrarse en el corredor con su esposa, hijos, hijas y nietos menores de edad. El presidente y su familiar fueron remitidos a presentarse ante la autoridad competente y explicar en dicho escenario judicial y pertinente lo sucedido".
El comunicado concluyó: "Lamentamos como organización rectora del fútbol colombiano este suceso y ofrecemos excusas a los organizadores del certamen, el país anfitrión y a las personas que se vieron afectadas.
Por su parte, el presidente Jesurun lamenta profundamente estos hechos, que jamás debieron ocurrir y que derivaron en una maniobra paternal e instintiva de protección a su hijo y a su familia".