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El 15 de abril de 1989, el fútbol inglés vivió su hora más oscura. En el estadio de Hillsborough, donde se disputaba una semifinal de la FA Cup entre Liverpool y Nottingham Forest, el deporte pasó a un segundo plano.
El partido apenas comenzaba cuando una avalancha humana se desató en la tribuna Leppings Lane.
Eran apenas las 15:06 cuando el caos se apoderó del estadio. El colapso de las puertas y el mal manejo del acceso provocaron que cientos de personas quedaran atrapadas, aplastadas unas contra otras. La presión fue tan brutal que muchos no pudieron respirar.
97 nombres que siguen doliendo
En medio del desastre, 97 personas perdieron la vida. Personas aplastadas contra las contenciones, rostros desfigurados, pulmones colapsados y hasta hubo quienes se sacrificaron para intentar mantener a salvo a los más chicos. Las imágenes de aquel día quedaron grabadas para siempre en la memoria colectiva.
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Con el tiempo, los hechos fueron claros: la tragedia no fue producto de la fatalidad, sino de una cadena de errores humanos. Hoy se sabe que la Policía de South Yorkshire no hizo bien su trabajo y que se desbordó la cantidad de gente en las tribunas.
En las horas siguientes, la verdad fue tapada con mentiras. Los medios repitieron la versión oficial sin cuestionar nada. Los artículos de la época hablan de Hooligans, borrachos, saqueos y hasta de ataques hacia las fuerzas de seguridad cuando intentaban socorrer a las víctimas.
Sin ambulancias, sin respuestas
La escena era de horror. Cuerpos tendidos, gritos de ayuda y ninguna respuesta médica organizada. Las víctimas no fueron atendidas, las vidas se perdieron y la Policía de South Yorkshire no hizo demasiado por evitar que todo esto sucediese.
Anfield, convertido en santuario
Al día siguiente, el estadio de Liverpool abrió sus puertas. Miles de personas llegaron a dejar flores, bufandas, velas. Anfield se convirtió en un templo. En una catedral. Ese dolor compartido unió a una ciudad y marcó a una generación.
Durante décadas, los familiares lucharon por la verdad. En 1991, un jurado concluyó que no hubo culpables. Pero no fue sino hasta 2012, gracias al Hillsborough Independent Panel, que salieron a la luz más de 400.000 documentos ocultos.
Los archivos revelaron manipulaciones, encubrimientos y pruebas falsas. En 2016, se reconoció oficialmente la negligencia. Se supo que las 96 víctimas de aquel 15 de abril fueron víctimas de negligencia. Aun así, el comandante policial David Duckenfield fue absuelto.
Una víctima más, 32 años después
Más tarde, en 2021, falleció Andrew Devine, quien había sobrevivido con secuelas neurológicas irreversibles. Así se llegó al número definitivo de muertos: 97. El caso volvió a reabrir heridas que jamás cicatrizaron del todo.
Desde entonces, el Liverpool no juega ningún 15 de abril. Anfield guarda una llama encendida que no se apaga. La llama eterna sigue viva en ese estadio como recordatorio de lo sucedido, y para no olvidar a ninguna de las 97 inocentes personas que perdieron su vida aquel día.