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Liverpool necesita una plantilla aún más competitiva si quiere, como ya anunció, ir en serio por los cuatro títulos de la temporada. En el último intento se lograron dos, pero se escaparon los 'premios gordos' de la Premier League y la Champions League y esta vez, con Luis Díaz a la cabeza, no quieren fallar.
Esa es la firme decisión del dueño y de Jürgen Klopp, que ahora, tras la renovación por tres años de Mohamed Salah, se plantean romper por segunda vez en el mercado, sacrifíquese quien tenga que sacrificarse y aún a costa de romper una vieja promesa.
El jefe de los 'reds' había dicho en el pasado que un jugador de 100 millones de libras esterlinas en Liverpool significaría que él ya no tendría trabajo. Pero dado que se espera que el Liverpool haga un esfuerzo descomunal por Jude Bellingham, del Borussia Dortmund, que incluso superaría esa cifra, la frase empezará a jugar en su contra. Ya se les escapó Kalvin Phillips, joya del Leeds United que eligió al Manchester City. Otro golpe igual, ni de casualidad.
El problema es que el sacrificado sería uno de sus jugadores más queridos, nada menos que Roberto Firmino, el único del antiguo tridente que aún no resuelve su renovación (Salah se quedó y Mané se fue al Bayern Munich).
El brasileño, uno de los más cercanos a Díaz, ha ido perdiendo terreno, en una especie de coletazo del desembarco del guajiro en Anfield, pues Mané pasó a ser centrodelantero para abrirle espacio y el resultado fue tan bueno que 'Bobby', como lo llaman en el club, no fue más un indiscutible.
Aunque se abrió espacio en 20 partidos de Premier, hay que decir que, por lesión o plan técnico, fue desapareciendo en favor de atacantes más jóvenes: primero Diogo Jota (40 millones de libras esterlinas) y Luis Díaz (45 millones) y ahora nada menos que el Benfica, Darwin Núñez, por quien se pagaron poco más de 60 millones de libras esterlinas.
De este manera Firmino parece estar contra las cuerdas, casi obligado a buscar la salida cuanto antes. Mala nueva para Díaz, pues fue su apoyo y hasta el peluquero compartían. Habrá que ver qué decisión final se toma.