En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de
terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística,
optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada
con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa
navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo
deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Bolgona con un Jhon Lucumí titular y destacado en zona defensiva, lograron ganar su tercera Copa Italia al vencer al poderoso Milan 1-0 con un gol de Dan Ndoye para celebrar en el estadio Olímpico de Roma. El colombiano sumó su cuarto trofeo en Europa y su primero en el balompié italiano.
Como era de esperarse, Bologna iba a salir con la intención de defender a pura táctica la oportunidad de oro de tener en sus manos el trofeo, así que le planteó una final bastante difícil en cuanto a juego a los 'Rossoneri'.
Pese a ello, Milan intentó con Luka Jovic, pero el arquero Lukasz Skorupski estuvo sensacional intervención para decir presente y también un indicio de que no la iban a tener fácil.
De hecho, en el primer tiempo el partido estuvo tan parejo, que las chances de gol claras casi no hubo y el empate a cero se mantuvo hasta el descanso.
Milan vs Bologna final Copa ItaliaFoto: EFE
Sin embargo, el batacazo llegó recién Milan se estaba acomodando en el campo del estadio Olímpico, pues Bologna logró abrir el marcador con Dan Ndoye, quien aprovechó a los 53' un rebote que lo dejó perfilado para rematar a uno de los costados y poner a celebrar a todos sus aficionados presentes en Roma.
A partir de ahí, Bologna siguió con su juego táctico y el Milan parecía no ser un equipo altamente competitivo, debido a que no encontró una chance clara en el complemento que les diera la posibilidad del empate.
Milan se desesperó, no encontró rumbo claro y Bologna con un Jhon Lucumí atento en zona defensiva y jugando los 90 minutos terminó siendo decisivo para perfilar el grito de campeón.
El colombiano Lucumí y todo Bologna trabajaron con todo para hacer de Milan un mal equipo, así que sostuvieron la mínima diferencia para levantar la Copa Italia en Roma.