La verdad en caso Morelos: infracción, confesión, partidos fuera y más

Después de varios días de incertidumbre, Atlético Nacional finalmente se pronunció sobre el caso Alfredo Morelos. Las decisiones que se esperaron desde el momento en que protagonizó un grave accidente de tránsito mientras se dirigía al entrenamiento, el cual dejó una persona herida. 

Y aunque hubo muchas dudas, pues el comunicado oficial del club no especifica muchos de los detalles de la sanción que efectivamente pagará el jugador, FUTBOLRED pudo conocer la información completa.

¿Por qué se demoró tanto la decisión? En este tipo de casos el procedimiento legal no puede saltarse ningún paso ni abreviarse pues están en juego los derechos del jugador y posibles sanciones al empleador. Por eso, como se detalló en el comunicado del club, fue necesario completar la investigación antes de emitir concepto alguno. 

Pecado y confesión

Lo primero que vale la pena aclarar es que, como informara la periodista Pilar Velásquez, el procedimiento policial en el sitio del accidente y después en el hospital de Guarne donde fue evaluado Morelos, tuvo inconsistencias que hicieron que la prueba de alcoholemia, que inicialmente habló de un "grado 2", no fuera una prueba concluyente de su culpabilidad o su inocencia. 

Esa es la razón por la cual el verde no castigó a Morelos por conducir en estado de ebriedad, pero sí por un hecho previo relacionado: el jugador confesó que había bebido alcohol la noche anterior al accidente y eso está contemplado como una infracción al reglamento interno disciplinario de la institución. 

"Lamento sinceramente cualquier inconveniente que este incidente haya podido causar al club y a mis compañeros. Aprecio profundamente el apoyo que siempre me han brindado y lamento haber generado preocupación en ellos, que confían en mi compromiso. Tengo claro cuánto significa para mí esta camiseta y lo mucho que valoro a cada miembro del equipo", dijo el propio Morelos en un comunicado.

Castigo se atiene a reglamento

​

Una vez escuchados los descargos quedó claro que el jugador no cometió una infracción que ameritara un posible despido, al menos no a la luz del reglamento interno del club verdolaga. Pero el castigo era inevitable.  

De esta manera, tras muchas deliberaciones, se decidió que hubiera un castigo económico y uno deportivo.

Al jugador se le aplicó una multa económica importante y además un número de partidos al margen del grupo: ya pagó 3 y tendría pendientes hasta 2 más. Después de eso, el técnico Efraín Juárez será quien decida cuándo volverá a competir con el primer equipo.