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Sergi Escobar atravesó el Atlántico en agosto del año pasado con el sueño de ser campeón con América de Cali. No era propiamente asistente técnico de Juan Cruz Real, pero venía a aportar en el trabajo defensivo del equipo profesional, tarea que se cumplió al final de la temporada 2020, incluyendo la estrella 15 para el conjunto escarlata.
Asegura que se compenetró tanto con sus compañeros que terminó involucrado en otras tareas. La familia de Sergi la conforman su esposa Maica, su primogénito Sergi, de 7 años, y Alex, que va a cumplir cuatro meses de nacido. Sin embargo, estar alejado de ellos era pagar un precio muy alto, por lo que este lunes se despidió de la institución.
Desde la tranquilidad de su hogar en Valencia, el entrenador español habló con FUTBOLRED sobre su actualidad en territorio ibérico: “aquí con una ola de frío que hacía muchos años no pasaba, con las comunicaciones cortadas, con una situación entre el covid-19 y la ola polar, algo especial, pero en casa con la familia, algo que hace tiempo no ocurría, pero también es importante. El 5 de septiembre nació mi segundo hijo, me cogió en Cali, yo con el covid, como muchas situaciones que ocurren y no se conocen, pero la llevamos con el apoyo de la gente de América, lo tenemos como una anécdota”.
Con la pausa que mostró siempre, Escobar empieza a rememorar cada instante: “El covid me dio justo cuando me enteré que mi esposa tendría un parto prematuro, el niño nació un mes antes de lo que tocaba, ellos son saber que yo estaba con el virus en periodo de aislamiento. Fue una situación muy especial, a los pocos días cuando vi a mi esposa un poco recuperada, le dije que también estaba yo con el bicho adentro, gracias a Dios lo pasé sin síntomas, en ese aspecto, viendo lo que está pasando en todo el mundo me puedo dar por bien servido”.
De igual forma, se refirió al corto pero exitoso proceso vivido en la capital vallecaucana: “La verdad es que después de unos meses duros para la final la cosa salió bien y conseguimos la estrella 15, muy contento de formar parte de esta gran historia del club y de la maravillosa hinchada que tiene América, superamos todas esas adversidades personales e incluso futbolísticas que en un momento se dieron para alegría tanto de América, para Cali y Colombia, porque estamos muy felices”.
Sobre lo que hicieron desde el comienzo señaló: “Trabajamos, al final nos aislamos, trabajamos duro y las cosas se dieron bien, superamos momentos críticos, teníamos el rechazo de una gran parte de la hinchada, de la prensa, seguimos trabajando y por suerte acabamos con éxito, jugando con mucha gente joven, que era uno de los objetivos que nos habíamos propuesto y hubo un final feliz. Estuve en un club maravilloso y muy contento”.
Acerca de lo más difícil en el momento en que la afición pedía #FueraJuanCruz Real, dijo que “con ese hashtag en tendencia lo que intentamos como cuerpo técnico fue abstraer a Juan de todo ello, él fue muy fuerte, intentó evitar todo eso y al final el equipo, los jugadores fuertes como Adrián (Ramos), Luis Paz, dieron una gran mano”.
En cuanto a las razones de su renuncia sostuvo: “Me siento muy orgulloso de haber hecho parte de América, el agradecimiento a don Tulio, Álvaro Rius, a Juan Cruzl, a Christian Juliao, a Leo (Felicia), los tiempos con mi familia eran muy cortos, tenía poco tiempo de vacaciones, mi hijo de 7 años me ha hecho mucha falta y lógicamente con el título conseguido se me han abierto posibilidades, no nada concreto, pero puede haber opciones de entrenar en España en niveles A y lógicamente la distancia hace mucho, he puesto en la balanza las cosas que podía ganar y perder, y decidimos quedarnos aquí, estar cerca de la familia, no estar seis meses lejos, una decisión dura porque me voy de un gran equipo, de lo que viene, la Copa Libertadores, no es fácil, pero son decisiones que se toman, igual que cuando cogí la maleta en agosto y dejé a mi mujer embarazada, el futuro dirá si hemos acertado o no”.
Sergi reconoce que la fe en el cuerpo técnico resultó fundamental en medio de tanta crítica: “Semanalmente él tenía su momento espiritual, esa creencia en Dios, se aferró a Él en esos malos momentos y el Señor fue muy importante para superar esos malos momentos, Juan lo prometió y por eso fue a Buga a cumplir lo que prometió. Nosotros todos los días reuníamos al plantel antes del entrenamiento y en el hotel, eso formó parte del día del cuerpo técnico y de los jugadores, de la historia del América”.
“Fui con la tarea de trabajar en la parte defensiva, pero al final trabajamos en todas las parcelas, en la defensiva, ofensiva, en la pelota parada, y aportamos un granito de arena como Leo, como Christian, como el psicólogo y el cuerpo médico del club, la suma de todo hizo que pudiéramos conseguir la estrella 15 con un equipo con mucho futuro y jugadores de cantera que el club tiene que aprovechar”, complementó el profesional.
Sobre la clave para darle la vuelta a tres derrotas consecutivas como local, incluido el primer partido de los cuartos de final, señaló que “se tocó la tecla, el equipo se había clasificado virtualmente varias jornadas antes, hacía tiempo que no lograba con tanta antelación, aunque no era matemáticamente, jugábamos contra equipos que también tenían intereses, en Copa frente a Santa Fe tomamos decisiones de poner muchos jóvenes, sabíamos que ponían salir bien o mal, si hubieran salido mal se habría terminado la temporada, pero salieron bien y las sinergias y el apoyo de jugadores, que en todo momento fue bueno, hizo que al final elimináramos a tres excelentes rivales como Nacional, Junior y Santa Fe, no fue fácil por todo lo que sufrimos en el último partido, pero así se da más valor al título conseguido”.
Sin nada todavía firmado, confía en encontrar un nuevo empleo, pero en el que pueda estar al lado de los suyos: “Me fui en agosto y llegué el 30 de diciembre a España. Hay opciones altas de trabajar en varias categorías, si salen, bien, o si no esperaremos el momento estando cerca de la familia, recuperando estos meses que he perdido”.