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En la rueda de prensa posterior al partido en Barranquilla, el entrenador embajador se despechó y reveló una conversación que tuvo con el árbitro Norberto Ararat en el aeropuerto de la capital del Atlántico.
“Resulta que al árbitro me lo encontré en el aeropuerto y en el saludo me dijo, ‘El Chicharroncito que me tocó’. Y si ya un árbitro viene asustado por lo que le toca pitar, porque va a pitar un partido entre dos equipos grandes que vienen de una situación muy difícil y pita con miedo o prevenido, así va a ser muy difícil”, contó González.
Este lunes 17 de marzo, muchos aficionados de Millonarios criticaron al Comité Disciplinario porque sintieron que al entrenador azul lo castigaron por revelar una charla personal con el juez central; sin embargo, lo que verdaderamente molestó fue la utilización de otros términos, y dejar un aire de sospecha por el arbitraje de Ararat y de otros partidos del Junior.
El DT de Millonarios aseguró que el árbitro Ararat los metió “en nuestra propia área a punta de faltas, porque los mismos jugadores del equipo que ganó”, y que para él, el papel del juez dejó “demasiadas cosas que son sospechosas para mi gusto”.
Además, González analizó un penalti que le pitaron a Junior, por supuesta falta sobre Teófilo Gutiérrez, y lo comparó con otro que le pitaron a favor del tiburón contra Bucaramanga, dejando una sensación de que el equipo barranquillero viene siendo favorecido en este campeonato por decisiones polémicas de los árbitros.
Es por eso que el Comité fue claro en su castigo, al rechazar “cualquier acto que comprometa la buena imagen de la FCF, sus afiliados o los afiliados a estos, la DIMAYOR y DIFUTBOL, así como cualquier afectación a la honra de sus miembros”.
Es por eso que consideró que las declaraciones de David González “tienen un impacto significativo en el imaginario colectivo y pueden influir en la percepción y conducta del público. Este efecto se amplifica cuando dichas declaraciones son realizadas en el marco de una conferencia de prensa transmitida en vivo”.