¿Hace mal comer carne de cerdo fría?

La carne de cerdo es una de las más consumidas alrededor del mundo, pues el mito de que se trata de un alimento perjudicial para la salud ya quedó atrás. Hoy por hoy, este tipo de carne es una gran opción a incluir en su dieta, pero lo cierto es que deberá tener distintas precauciones a la hora de cocinar este plato, pues como era de esperarse, jamás debe ser consumida fría o cruda, ya que puede traer problemas significativos para su salud.

“Todas las carnes son susceptibles de contaminarse con microorganismos, que pasan del sistema digestivo a la musculatura. Pero en los animales más pequeños, como el cerdo y las aves, el sistema por donde circulan está más próximo a la carne y por eso es más fácil que la contaminen”, explica Lluís Riera, director de la Consultoria de Seguretat Alimentària i de l’Aigua, en La Vanguardia. Por lo que siempre deberá cocinar la carne de cerdo.

Por otro lado, sí existe carne de cerdo que se suele comer ‘fría’ o que no necesita una cocción en sí como lo son los embutidos (salchichas, jamón, tocino, entre otros). Este tipo de carnes siempre suelen ser procesadas y aunque se coman en cantidades inferiores, siempre aumentarán el riesgo de que usted padezca cáncer, según información de Consumer Reports. También se han relacionado con enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y diabetes tipo 2.

Como mencionamos anteriormente, la carne de cerdo no se puede comer cruda, por lo que una vez comprada en el supermercado, usted deberá colocarla en su refrigerador a 4,4 grados Celsius y deberá utilizarla entre 3 a 5 días antes de que se eche a perder, según informa el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés). Si no tiene planeado comer carne de cerdo en el momento, puede congelarla a -17,8 grados Celsius o menos.

Por otro lado, si lo que usted está pensando es comer carne de cerdo cocida pero fría (luego de varias horas de haber sido cocinada), lo concreto es que no hay ninguna contraindicación para eso y es una cuestión de gustos, por lo que no será malo para su salud. A tener en cuenta: refrigérela (4,4 °C o menos) en recipientes poco profundos y cubiertos. Consuma dentro de 3 a 4 días, ya sea fría o recalentada a 73,9 °C (caliente y humeante). Además es seguro congelar los platos de cerdo ya preparados.