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Fernández dijo que llegó de viaje y usó un servicio de transporte especial autorizado en el aeropuerto: "Un vehículo blanco que se supone es muy seguro en el aeropuerto. Uno da su nombre, cédula, dirección... Todo. Y ellos dan un papelito donde le dicen cuánto le cobran por traerlo a la casa”, indicó.
“Esas personas, no todas, pero algunas de ellas, están muy pendientes de lo que llevas puesto. Así, avisan por teléfono a un carro que, en el caso de Bogotá, espera en la bomba de salida del aeropuerto”, añadió.
Entonces, camino a su casa, descubrió que una moto los estaba siguiendo: “ellos vienen exactamente por lo que vienen, los relojes. Ya nos habían vigilado desde el aeropuerto”.
Al llegar a su residencia fueron interceptados y amenazados con armas de fuego: “Yo logré bajarme para intentar perseguirlo, pero sonaron las alarmas de los edificios y se fue”, dijo, versión que se confirmó al revisar las cámaras de seguridad, en las que además aparece otro vehículo que pudo ser el encargado de alertar si llegaba la Policía.
Precisamente, esa falta de reacción de las autoridades fue lo que lamentó el afectado: "Sé que es imposible poner un policía para cada ciudadano, pero sé que no es imposible que los cuadrantes (de la Policía) tengan una vigilancia especial”, aseguró.
Fernández aseguro que siente “pánico” cada vez que se le acerca una moto en las calles y dijo que está decidido a entablar la denuncia y dar con los responsables. Su recomendación es tener mucha precaución al contratar los servicios de transporte.