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Cerca a los 26 años como utilero de Atlético Nacional, Luis Fernando Muñoz es uno de los ‘activos’ importantes que tiene el club antioqueño. Desde el 6 de octubre de 1994 cuando entró a las Divisiones Menores, donde estuvo durante cuatro años y a partir de 1998, ascendió al plantel profesional donde ha estado en 19 títulos, 16 locales y tres internacionales, siendo la Copa Libertadores el más importante.
‘Gusa’, como le apodaron en su casa habló en exclusiva con FUTBOLRED sobre ese recuerdo del 27 de julio de 2016, a cuatro años de la conquista de América.
En el peso normal de la Copa, no sabría decirte. Pero en lo sentimental es una cosa de locos, pocas veces se gana eso, llevo 26 años en Nacional y fue la primera vez que ganábamos la Copa Libertadores. Me tocó en 1989 como hincha, pero estando dentro del equipo no fue nada fácil.
Sobre esa Copa Libertadores, ¿creían que tenían todo para ganarla?
Fue muy difícil, Nacional tenía un gran equipo, pero nos tocaron rivales muy duros. Con jugadores muy buenos. Sorteamos partidos muy bravos, contra Rosario Central allá fue como un triunfo, sabiendo que perdimos 1-0. La triple atajada de (Franco) Armani para mí ese día, fue la del título.
Pasaron los grupos, los octavos contra Huracán, cuartos contra Central, Sao Paulo en semifinales, pero la Gran Final era contra Independiente del Valle de Ecuador, ¿qué opinaban de ese rival?
Contra Independiente del Valle, fue un rival de cuidado, pero en el ‘papel’ pensábamos que era más fácil. Por el hecho que no tenía tanto cartel como un Boca, un River, un Peñarol, un Sao Paulo. Tuvimos la fortuna que ese rival era cercano a Colombia y nos hicieron sentir como locales en ese partido de ida. Yo me imaginaba que mucha gente nos iba a acompañar, no como ir a Argentina que son viajes muy largos, nos sentimos muy respaldados.
¿Cuál fue el secreto para ver a un equipo tan agresivo como local? Siendo un equipo que solo dejó escapar un empate del Atanasio.
Cada partido de local era una final, la hinchada y los jugadores sabían que en el Atanasio no podíamos dar ventajas y necesitábamos rematar ‘la faena’ en cada serie.
Va llegando el 27 de julio y ¿qué sensaciones, qué recuerdos le generan a Luis esa fecha?
Todavía siento como si fuera el momento de esa Copa. Para mí no ha pasado el tiempo, tengo los recuerdos muy frescos. Los siento con mucha alegría, no es fácil ganar la Copa Libertadores. Pasamos mucho tiempo sin ganarla y para que se pueda dar, se necesita que se mantenga un equipo. Para mí, es muy difícil mantener un equipo tan ganador, porque la mayoría de los jugadores se van para otros países.
Siendo utilero, ¿tiene algún tesoro de esa noche en su casa?
Tengo el balón con el que se jugó en la final de la Copa Libertadores y la camiseta que nos dieron de campeones, son un gran tesoro.
¿Sigue teniendo contacto con jugadores de esa época?
Sigo hablando con varios jugadores, con (Daniel) Bocanegra que hasta hace poco estuvo en el equipo. Hablo con Alex (Mejía), con el profesor (Bernardo) Redín, es un buen hombre, muy noble, muy amigo.
Para los aficionados, ¿cómo es esa función de utilero, más allá de ser una ayuda para el cuerpo técnico y los jugadores?
La gente no sabe todo lo que pasa antes y después de cada partido, en los entrenamientos. Hago parte importante del equipo, estando pendiente de los jugadores, que no les falte nada para los partidos, en los entrenamientos. Es un trabajo muy dedicado, pero muy gratificante.
Ahora en esta nueva ‘normalidad’, ¿cómo se ha sentido en estos entrenamientos con el equipo?
Hay muchas diferencias en los entrenamientos. No es lo mismo trabajar en grupo, que trabajar de manera individual. Hay muchos grupos, a distintas horas, con todos los cuidados. No va a ser fácil el arranque del campeonato, a los jugadores les va a costar volver a coger su técnica. Ojalá pronto retorne la competencia, porque la necesitan.
Y en lo personal, ¿qué le dejó esta pandemia y la cuarentena?
Fue difícil la cuarentena, pero ahí es cuando uno valora a la familia. Estuve en mi casa, cuidándome. Nadie esperaba que pasáramos este momento tan duro.
Con el sentido de pertenencia que tuvo cuando fue hincha del equipo y luego como empleado, Luis Fernando siente y vibra por Atlético Nacional, ama al club, ama su trabajo y siente el fútbol en el cuidado a los jugadores y al cuerpo técnico, siempre con las ganas dar otra vuelta olímpica y tener la satisfacción del deber cumplido.