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Rayo Vallecano tuvo una noche fantástica, con golazos y un premio gordo de tres puntos muy merecidos, en su quinta salida en LaLiga, después de dos derrotas.
Ya era una buena noticia, aunque la realidad es que lo que fueron a ver los cerca de 15.000 aficionados que llenaron las graderías en Vallecas era a un jugador en especial: James Rodríguez.
Y se hizo esperar, no por decisión propia sino por decisión del técnico Íñigo Pérez, quien ya había advertido que lo llevaría con mucha paciencia. ¿Tanta como para que entrara solo cindo minutos? Así, tal cual.
El zurdo ingresó a los 85 minutos y produjo de inmediato una ovación de cientos de seguidores del Rayo y no pocos colombianos, vestidos con la camiseta tricolor.
¿Cómo le fue a James?
James llegó y en la primera pelota que tocó y se la entregó directo a Guardiola, quien lamentablemente no pudo definir para ampliar la ventaja, cuando ya la cuenta estaba 2-1.
Después volvió del offside a los 90 minutos, mientras en las graderías ya se escuchaba el coro 'James, James'.
¿Por qué jugó tan poco? Una primera explicación es que solo hizo tres entrenamientos en su nuevo equipo y era necesario darle tiempo y espacio. Pero sin duda que poco a poco sumará más minutos, probablemente como mediapunta, posición que ocupó en el debut, y mostrará mucho más del talento, del que ya dio pinceladas en Vallecas.