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Duván Zapata, en AtalantaFoto: Tomado de Twitter @Atalanta_BC
Por:
Jenny Gámez
02 de noviembre 2021, 05:00 p. m.
Iba a ser una historia de revancha, de lujo de un Duván Zapata pletórico, de una victoria necesaria en Champions League. Pero Atalanta acabó escribiendo otra página dorada de Cristiano en su torneo fetiche, una gesta más del super héroe.
Atalanta empató 2-2 con un Manchester United que supera sus fallas a fuerza de Cristiano Ronaldo. Nada más. Marcó Duván pero supo a poco... excepto para Colombia, donde se espera que venga así, con goles en la canasta. Pero nada más. Un punto sí, pero toda la gloria para el portugués.
Al palo se iba el primer remate furioso de McTominay apenas a los 4 minutos y parecía que los rojos se iban sintiendo cómodos, hasta que Duván Zapata los desacomodó: a los 12 minutos luchó una pelota casi sobre la raya y metió un centro perfecto para un Ilicic impecable en la definición y en el 1-0... Sí, algo más pudo hacer De Gea, sí lo revisó el VAR... pero al final nadie le quita a Zapata una gran asistencia a su historial.
Un par de sustos daba Cristiano Ronaldo en sendas aproximaciones bien controladas por Musso; a los 21 se fabricaría el goleador de Atalanta una opción pero el remate se le iría elevado y otra vez se le elevaría mucho cuando Pogba cometía un error y le dejaba a él una pelota servida en el área y así, el dueño de casa se hacía también dueño del partido.
El tema es que en la acera de enfrente estaba Cristiano y eso nunca será un detalle menor: un tremendo servicio le hizo Bruno frente al arco para arrastrarle la marca y abrirle el espacio ideal del remate cruzado, sencillamente inatajable, que supuso el 1-1 a los 45+1. El fantasma de no castigar cuando se puede y luego sufrir el gol en contra revivía para los italianos... esa película ya la vieron en la ida (3-2).
Al segundo tiempo salía claramente más motivado el United, que perdió a Varane por lesión y lo reemplazó por Greenwood (toda una declaración de intenciones), y les pintaban la cara otra vez Cristiano y Bruno a los defensores azules en una pared que de pura fortuna no fue gol, mientras a Greenwood se le estrellaba un balón en el palo, que para fortuna del local se sancionaba como fuera de lugar.
Y a los 56, bienvenidos a la nueva normalidad: de pura potencia robaba por la banda Zapata una pelota, se llevaba la marca de McTominay y Maguire fallaba en la cobertura, con lo cual quedaba el atacante solo para definir por arriba de De Gea. Era una joya, pero el VAR le quitó emoción y le agregó suspenso: tres minutos se demoraron definiendo si había o no fuera de lugar en el pase y entonces por fin vieron que estaba habilitado y con 'delay' se abrazaron los de azul.. felicidad contenida del 2-1 cuando mejor jugaba el rival.
Y se acomodó Atalanta, y se fundió de puro agotamiento el talento de Bruno, llegaron Cavani y Sancho sin hacer diferencia, pero era Cristiano, como siempre, el hombre que arruinaría la felicidad del local: una llegada de lujo y toque, un remate colocado, potente e inevitable, acabó en el empate 2-2 cuando se jugaba el minuto 90+1. Así le gusta a él, agónico, dramático. Así crece su leyenda en Champions.
Así, lo que eran tres puntos se volvió decepción para Atalanta, que mantenía en cancha a Zapata con Luis Muriel los últimos 20 minutos, que se ilusionaba pero otra vez quedaba sin nada por culpa de Cristiano. El United es líder del grupo con 7 puntos y Atalanta se estaciona en 5. A veces no basta con hacerlo bien. A veces una sola golondrina sí que hace verano... un rojo verano.