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Jonathan Copete se metió de cabeza en la historia gloriosa de Santa Fe
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Jonathan Copete se metió de cabeza en la historia gloriosa de Santa Fe

Anotó el gol que significó la séptima estrella 'cardenal' y además jugó un fútbol de alto vuelo.

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15 de julio 2012 , 09:21 p. m.

Jonathan Copete tuvo el imán de los grandes ídolos de Santa Fe. Primero, para que la pelota encontrara su cabeza con ese poder indestructible de la atracción y él la mandara con fuerza y velocidad al fondo del arco del Deportivo Pasto.

Iban 26 minutos del segundo tiempo y en medio del grito ensordecedor de gol de 40 mil almas 'cardenales' y de 22 jugadores vestidos de rojo y blanco, Copete estiró los brazos a lo ancho y en una carrera feliz, loca y emotiva como pocas, también exckamó excitado "¡goooooooooolllllllll!"

Este tanto, que le entregó la séptima estrella al cuadro 'cardenal' después de 37 años sin conseguirlo, erigió al delantero vallecaucano como figura del partido final de la Liga Postobón I-2012 y fue el premio a su generación de juego, a su sacrificio en marca y al trabajo colectivo realizado a lo largo de los 81 minutos en los que brilló en la cancha de El Campín.

Copete supo desbordar por el costado derecho, estuvo atento para recibir los pases de Luis Carlos Arias y de Omar Pérez, especialmente del '10' argentino, quien cobró el tiro libre con el que Copete se levantó como si tuviera resortes y cabeceó a placer para vencer la resistencia de Cuadrado.

El atacante también aprovechó su velocidad para arrastrar marcas en diagonal, o como puntero, y supo manejar los tiempos del juego a su favor, así haya sido presa de la ansiedad que sintieron todos los que estaban vestidos de rojo y blanco en El Campín este domingo 15 de julio de 2012.

Tras correr con los brazos estirados y hacer eterno su grito de gol, Copete se arrodilló junto a la raya de occidental, con el arco norte como marco para hacer inmortal su festejo, y fue el epicentro de la montaña humana de júbilo que se formó cuando llegaron sus compañeros a celebrar la conquista.

A los 36 minutos del segundo tiempo, justo diez luego de anotar el gol de la séptima estrella, Copete le dejó su lugar a Óscar Rodas y abandonó el campo de batalla entre los aplausos más atronadores que se oyeron en El Campín durante los 90 minutos de juego.

Ya había cambiado la historia de Santa Fe y la séptima estrella brillaba alrededor suyo.

GABRIEL BRICEÑO FERNÁNDEZ
Editor de Futbolred.com
gabbri@eltiempo.com
En Twitter: @gabbritter

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