Cuadrado lleva el poder ofensivo en la sangre porque nunca se olvidó de su ubicación primigenia cuando nació al fútbol: volante creativo. Después adquirió conceptos de marca y por eso juega indiscriminadamente como lateral o volante por la banda.
Frente a México, el ex Independiente Medellín no solo se tiró al piso y ayudó en la labor defensiva, sino que alimentó la caldera en ataque con su desparpajo y elegancia cuando el balón busca sus botines.
"Siempre es bueno ganar. Es importante este triunfo que nos da confianza. Mis condiciones y características me permitieron tener dos acciones de gol. Pudimos concretar un bonito gol", señaló al término de la victoria cafetera en el Sun Life Stadium de Miami.
Cuadrado fabricó una acción vistosa a los 13 del segundo tiempo después de regatear a la zaga mexicana y un minuto después encontró el premio a su irreverencia. Luego de una ocasión tejida por James Rodríguez y Pablo Armero, asomó en el reverso de la jugada y marcó el segundo gol de velada.
"Para el segundo tiempo el técnico me pidió que fuera más arriba para darle más salida. Seguiré trabajando fuerte en mi equipo para ganarme un lugar en la Selección", concluyó el habilidoso de 23 años que nunca olvida sus raíces en el frente de ataque. Lo lleva en su sangre.
Juan G. Cuadrado, la figura en el primer triunfo de la era Pékerman
El volante del Lecce italiano mostró su fútbol alegre y explosivo en la victoria sobre México.
