A Leonel lo traicionó su ambición. Fue por más y no le bastó el golazo de Guarín. No le echó llave al 1-0 protegiéndolo con un volante más de marca para clausurarle los espacios a la tímida Venezuela y después llegó el castigo.
Con la baraja perdida, César Farías movió su muñeca y le dio oxígeno a su pelotón. Con Rondón, Juan Guerra y Feltsher en la cancha (los tres ingresaron antes de los 70’), la ‘vinotinto’ recuperó el esférico, equilibró las acciones y empezó a tirar del mantel.
Sin embargo y ante la inminencia del empate, Leonel permaneció firme en su idea de la falsa doble línea de cuatro que en el primer tiempo, con un James recurrente y un Dorlan vacilante, le causó dolores de cabeza a los laterales Rosales y Cíchero.
La primera reacción desde el banco llegó a 14' del final con el ingreso de Marrugo por Pabón. Hasta en esa sustitución, Álvarez prefirió no modificar su esquema.
Claro que llegó la cadena de errores que sancionó con dureza la falta de cabeza fría de Colombia. Primero pecó Yepes y después Amaranto, Feltsher pescó en río revuelto y terminó de inundar el Estadio Metropolitano en el que no paró de llover.
Entonces, con el agua al cuello, Leonel le dijo a Darwin y a Dayro, “salven la patria”. Pero el tiempo escaseaba y no había aire en la cabeza. Los de Farías se encuevaron y con un 4-5-1, dejaron todas las armas para el contragolpe y por poco, la noche termina en tragedia para la ‘Tricolor’.
Colombia, al final, apeló a tirar pelotazos para que el desgastado Jackson resolviera pero la hambrienta defensa visitante no dejó pasar ni el aire con un Renny Vega inmenso que rememoró la actuación de su compatriota Angelucci hace ocho años. Leonel perdió el duelo en el ajedrez con Farías que fue más activo desde la raya. Al final, lo traicionó su ambición…
Juan Diego Ortiz Jiménez
Corresponsal Futbolred.com
Medellín
@JdiegoOrtiz