Quindío no pudo mantener la ventaja ante Patriotas y empató 1-1

Triste, como la cara de los aficionados quindianos al abandonar el estadio Centenario, fue el juego que protagonizaron quindianos y boyacenses en el cierre de la cuarta fecha de la Liga. Con la paridad, Patriotas quedó en el quinto puesto con 7 unidades, cuatro más que Quindío que es penúltimo.

De trámite lento, pasividad aguda, pelotazo crónico y poco sudor fue el choque que repartió los puntos entre dos equipos que adolecieron hasta de energía para correr.

Tuvieron que pasar 25 minutos del compromiso para que se presentara la primera jugada de riesgo en uno de los arcos. Tras una serie de cabezazos en el área boyacense, el juvenil Juan Fernando Caicedo se anticipó a la salida del arquero Chávez y de fuerte remato abrió el marcador. Era tanta la somnolencia en el Centenario que apenas se escucharon algunos gritos en la celebración.

Ocho minutos duró la visita en reaccionar, con un fuerte remate del espigado Javier Estupiñán que sacudió el vertical derecho de la valla defendida por Alejandro Otero.

Cuando moría la primera etapa, Óscar Darío Martínez estuvo a punto de conseguir la paridad, primero con un disparo que pasó cerca del vertical y segundo con un cabezazo que propició una espectacular reacción de Otero para lograr el despeje.

Los segundos 45 minutos fueron más aburridos que los primeros. Veintidós hombres desplegados en un césped con el objetivo de lograr el bostezo, tarea que sí consiguieron con méritos.

Los locales se desinteresaron totalmente por el balón y se lo entregaron a Patriotas, que empezó a enviar centros reiterados para aprovechar la buena talla de jugadores como Javier Estupiñán, Norvey Salazar y Pedro Portocarrero.

Precisamente en uno de esos centros al corazón del área quindiana llegó el empate patriótico, pero no en la cabeza de los 'gigantes', sino en uno de los más 'chicos'. Transcurría el minuto 31 cuando el balón se paseó de un costado a otro y ningún defensa 'milagroso' atinó en el despeje, inoperancia que fue castigada por el recuperador Wéimar Olivares, quien de 'palomita' venció a Otero.

Al verse perdedor, el cuadro 'cafetero' trató de reaccionar, pero ahí evidenció una vez más sus limitaciones.

El partido se acabó y Patriotas celebró el punto conseguido, porque el fútbol gris que demostró alcanzó para quitarle unidades a un rival directo en la lucha por salvar la categoría.

Por su parte, Quindío volvió a decepcionar, sigue sin ganar en la Liga y agudiza la desconfianza y preocupación, porque siendo un equipo de fútbol de lo que más adolece es precisamente de eso, de fútbol.