Sevilla se coronó campeón de la UEFA Europa League tras imponerse por penaltis contra Roma, en un partido del que aún, dos días después, se está hablando, y no precisamente para bien.
Los problemas empezaron en la cancha con el árbitro Anthony Taylor, quien tuvo varios retos que enfurecieron a José Mourinho, DT del equipo italiano.
El portugués calificó su actuación como una "vergüenza de mierda" en el estacionamiento del Puskas Arena, furioso después de la dolorosa derrota de su equipo. Así lo esperó al final del partido y le lanzó insultos en varios idiomas:
Aveva iniziato già lui nel tunnel dello stadio aizzando la folla con questo suo comportamento indegno, e c'è ancora chi fra la stampa che lo considera un "professionista" esemplare #Mourinho #Roma #Taylor pic.twitter.com/00hpurdpQj
— IAN L'URAGANO® (@DIABOLIK_7) June 1, 2023
Pero esas imágenes, que pronto se hicieron virales, contagiaron a los hinchas romanos y se fueron hasta el aeropuerto de Budapest para agredir también al juez y a sus familiares, en hechos que se fueron saliendo de control. La Policía tuvo que intervenir para escoltarlos.
La PGMOL (Professional Game Match Officials Limited, organismo responsable del arbitraje de partidos en el fútbol profesional inglés) emitió un comunicado en solidaridad con el árbitro: "Estamos consternados por el abuso injustificado y abominable dirigido a Anthony y su familia mientras intenta regresar a casa después de arbitrar la final de la UEFA Europa League. Continuaremos brindando todo nuestro apoyo a Anthony y su familia", dijo.
Los hechos, por supuesto, se investigan y podrían acarrear sanciones de parte de la UEFA, lo que sería como otro día en la oficina para Mourinho. Furia es su segundo nombre.
🛑 #Taylor assediato dai tifosi all’aeroporto di Budapest.
— Jacopo Aliprandi (@AliprandiJacopo) June 1, 2023
L’arbitro scortato dalla polizia è stato costretto a entrare in una stanza di servizio.
Tutte le immagini ➡️ https://t.co/OtfXfTlYKA pic.twitter.com/82Otf7NJYv