De la mano de Luis Díaz salió Liverpool de un problema contra Lask y lo convirtió en gesta. Perdía, los sorprendían, pero el guajiro fue definitivo para la victoria 1-3, con remontada incluida, en la Europa League.
Perdía bien Liverpool contra un rival modesto pero consciente de sus armas y de cómo utilizarlas. Un error cometieron los rojos -que estaban usaron traje morado- y lo cobraron con una joya: en el rebote del tiro de esquina a los 12 minutos dejaron libre a Fleck y este sacó un riflazo que dejó sin reacción al arquero. Un golazo para el 1-0.
Y después, a defender la ventaja como gato patas arriba: cerraron los carriles y por ahí sacaron de carrera a Díaz y Núñez, aunque ambos dispusieron de opciones, especialmente una del uruguayo que le sacaron de la raya en una sucesión de rebotes sobre la media hora.
Díaz la guerreó como siempre, vino a su propio terreno a recuperar y aunque le hicieron tres faltas en una misma jugada, el árbitro nunca compró.
Y entonces, Klopp metió mano y le dio a su equipo otra cara: renovó el medio campo con Szoboszlai y Mac Alister y les dio apoyos a los atacantes y así vinieron los goles.
A los 54 minutos, Díaz entró al área y en el intento de rechazo el zaguero de Lask se le llevó el tobillo. No fue violento pero fue falta y penalti que Núñez cambió por gol para el 1-1. Y había tiempo de sobra.
Lo que vendría después era el premio al colombiano, la figura del campo: a los 63 minutos les madrugó a los inocentes centrales de Lask y por la espalda apareció para definir de cabeza al gran centro de Gravenberch.
Pasaría derecho entonces Liverpool ya con el 1-2 y finalmente, cuando ya esta Mo Salah en la cancha (fue suplente) metió un puntazo en su veloz y clásico ingreso al área y celebró el 1-3 final a los 88 minutos.
sí, a lo Liverpool, con Díaz en modo picante. se recuperó el equipo británico de un mal inicio y picó en punta en el grupo E. Nada más que agregar... solo, pásensela a Díaz y abrácense.