Mané, de regreso al barro: otro activista africano reivindica su país

En Senegal pasa sus días la gran estrella nacional, que regala fortunas para causas sociales.

Sadio Mané

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Foto: EFE

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17 de junio 2022 , 06:22 a. m.

Es como cuando el hombre que llevó a Senegal a su tercera participación en un Mundial y que fue en la primera Copa Africana de Naciones en la historia de, país, el que los puso a vibrar a los miles que lo siguieron en Liverpool durante la final de la Champions League, apareciera de repente en el barrio, en un cancha de arena con sus estelares amigos para acercarse a la gente que tanto amor le profesa.

Así, tal cual, ocurrió en Sédhiou, al sur de Senegal, donde Sadio Mané quiso ofrecer un partido amistoso junto a Elhadji Diouf, Papiss Demba Cissé y Mbaye Diagne, entre otros, para celebrar con los suyos una temporada de ensueño.

Todos se enteraron menos el clima, que no ayudó en nada al espectáculo, pues la lluvia empantano la cancha en minutos y todo quedó hecho barro. ¡Mejor! Ahí, sin preocuparse mucho por el millonario contrato que está a punto de firmar con Bayern Munich, se dio Mané uno que otro lujo frente a los suyos: no los iba a dejar esperando después de todo lo que ellos esperaron para verlo:

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Sadio Mané
Sadio Mané

Mané se creció en la aldea de Bambali, muy cerca del lugar del partido, el show del barro. De allí se escapó un día para hacer una prueba en Dakar que luego le abrió las puertas del fútbol francés, pero allí también falleció su padre, cuando él tenía 7 años, por un dolor de estómago que bien pudo curarse si hubiera un hospital cerca. 

Hoy existe, y también una escuela y un estadio, y muchos niños van a la escuela, un lujo que en su niñez no pudo tener. En 2020, en una entrevista a Canal+Africa dejó ver lo que hará pronto, cuando el fútbol ya no sea la prioridad: "¿para qué quiero diez Ferraris, 20 relojes con diamantes y dos aviones? ¿Qué haría eso por el mundo? Yo pasé hambre, trabajé en el campo, sobreviví a tiempos difíciles, jugué descalzo y no fui al colegio. Hoy con lo que gano puedo ayudar a la gente".

Mané es heredero directo de otras estrellas africanas que entendieron el fútbol como una manera de ayudar a los suyos. Es de la dinastía de Didier Drogba en Costa de Marfil o de George Weah en Liberia, el primero evitando una guerra civil a fuerza de éxitos deportivos y el segundo, el primer africano en ganar el balón de Oro, convirtiéndose en presidente de su país. Esas historias las revivimos aquí, para quien no la conoce o la olvidó:

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Didier Drogba
Didier Drogba
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George Weah
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