Argentina venció con lo justo a Japón y sueña con los Juegos Olímpicos

El equipo sub-23 ganó por la mínima diferencia con gol de Adolfo Gaich.

Argentina sub-23

Argentina venció a Japón en amistoso sub-23.

Foto: EFE

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26 de marzo 2021 , 06:34 p. m.

Un cabezazo del delantero del Benevento Adolfo Gaich dio la victoria con justicia a la selección argentina sub-23 frente a un voluntarioso Japón, en el que destacó Kubo, en un partido amistoso disputado en Tokio a modo de ensayo para los Juegos Olímpicos de la capital nipona.

El partido fue el primero que acoge Japón con público en las gradas -unos 10.000 espectadores poblaron las gradas del Estadio Ajinomoto de Tokio- y con una selección extranjera como visitante desde el inicio de la pandemia, tras el celebrado en la víspera entre la selección absoluta nipona y Corea del Sur, con victoria local por 3 a 0. 

Tras guardar un minuto de silencio por el fallecimiento de Diego Armando Maradona el pasado noviembre, el choque dio comienzo con Argentina tratando de acaparar la posesión y los "samuráis azules" recurriendo a sus característicos ataques eléctricos.

La primera ocasión clara llegó para la albiceleste con un remate al larguero de Fernando Valenzuela en el que los visitantes reclamaron mano de un defensor nipón, y tras una buena jugada dentro del área de Gaich.

Valenzuela volvió a encontrarse con el larguero en el minuto 18 después de un duro disparo a bocajarro. Tras estos dos avisos llegó el gol visitante a través de un excelente cabezazo de Gaich, que materializó así el contragolpe conducido con potencia por la derecha por Matías Vargas.

Japón apenas lo intentó en la primera mitad con un lanzamiento de falta de Kubo y un disparo lejano de Tagawa que se marcharon desviados de la meta defendida por Ledesma.

En la segunda parte, los locales trataron de apretar con la movilidad de Kubo y Miyoshi como principales armas, pero no hallaban huecos para ver puerta ante una Argentina bien plantada en su terreno.

Con el paso de los minutos la velocidad de los extremos nipones lograban penetrar con mayor facilidad por los flancos, aunque sus centros nunca encontraban rematador. Kubo fue un incordio por la izquierda para Fernando Valenzuela y Hernán de la Fuente, que se veían obligados a detenerlo con faltas, y sin que sus internadas terminaran en demasiado peligro en el tramo final del partido, en el que ambos entrenadores introdujeron numerosos cambios.

Argentina se limitaba a mantener su posición en el terreno y prefería tocar la pelota con posesiones largas a arriesgar en ataque, mientras que los nipones terminaron el partido sin verse en ningún momento cerca del empate.

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