La Selección Colombia presentó dos caras muy distintas en su amistoso contra Corea del Sur: una de lentitud e impotencia ante el vértigo asiático, otra de carácter y personalidad para voltear la situación.
El equipo nacional perdía 2-0 en el primer tiempo, pero en el segundo tiempo castigó rápido e igualó la cuenta 2-2 con los mismos hombres pero con otra actitud.
Y es que tenía mucho trabajo desde el pitazo el medio campo, con Castaño mostrándose más que todos, agresivo en su tarea.
Pronto vino el error: a los 9 minutos aceleraron los coreanos, dejó corto el pase Vargas en la salida por la banda izquierda y el rebote le quedó a casi nadie, a Son, quien le puso la pelota al palo imposible y adelantó muy pronto a los suyos en Ulsan.
De nuevo intentó Son en un tiro de esquina mientras en Colombia daba la sensación, al menos en la primera media hora, que no sabían los visitantes descifrar el vértigo local y se amontonaban tras la pelota, James y Carrascal incluidos, en un tremendo e improductivo desgaste físico y sin claridad para superar la mitad del campo.
Y pudo ser peor cuando la falta que inicialmente se sancionó como penalti de Cuesta, pero que fue fuera del área, termina en una gran volada de Vargas, a quien, infortunadamente, no le alcanzó después cuando lo superó una nueva falta cerca de su arco, que esta vez le metió Son en un ángulo imposible para el 2-0, justo y muy apegado a lo que pasaba en la cancha.
Parecía en el complemento algo decepcionante el equipo sin cambios, pero hasta en eso tuvo razón el DT: Valoyes, el que parecía que no estaba en el campo, aguantó la pelota hasta la raya y le puso la asistencia a otro inadvertido como James para el 2-1 a los 46 minutos. Y esos mismos 11 equilibraron las cosas: otro que no aparecía, Jorge Carrascal, aprovechó la primera salida certera de Muñoz y definió abajo para el 2-2 a los 49. Gran reacción, con más ganas y carácter que en el arranque.
Lo tuvieron Valoyes en una gran proyección sobre los 60 y Santos Borré a los 68 con el cabezazo que pegó en el travesaño, pero también Son con otro remate de afuera y Lee en buena reacción de Vargas.
A los 69 se iban James y Borré para dar paso a Arias y Durán. Velocidad y potencia en el duelo para los minutos finales, otro acierto del técnico Lorenzo pues ganaba en salida el equipo nacional, una tarea en la que brilló otro discutido al comienzo, Matheus Uribe. Durán por poco se apuntaba el suyo pero fallaba la última puntada y terminaba mucho, mucho más amenazante el visitante que el dueño de casa.
Se iban también, a diez minutos del final, Carrascal y Valoyes y daban paso a Falcao y Dylan Borrero. Brazalete de capitán para 'El Tigre', como no podía ser de otra manera. Vale reconocer que sobre el cierre se salvó Colombia en un enredón en el área en el que pedían falta que no dieron y un tiro libre final.
Y así acabó dejando una imagen muy distinta Colombia, igualando un partido que parecía perdido y dando una gran muestra de resiliencia. Capítulo aparte para Lorenzo, el que pudo fallar en el plan inicial pero no en replantear los roles y la actitud, defendiendo a los mismos 11 titulares y dándoles una segunda oportunidad en la que no terminó decepcionado. Buen ensayo para todos, invicto intacto, gran clima pensando en 2026.