La Selección Colombia ganó su primer partido de preparación en la era de Carlos Queiroz. La Tricolor superó 0-1 a Japón, en Yokohama, con gol de penalti de Falcao García. De esa manera se genera confianza en el plantel cafetero y el nuevo proceso con el entrenador portugués.
Más allá del triunfo, la Selección pasó momentos de preocupación en la parte defensiva; los nipones dominaron en la primera parte y supieron filtrar el bloque defensivo colombiano, especialmente por el costado izquierdo del rival, en el que Déiver Machado sufrió con los veloces jugadores locales.
Y en los momentos de apremio, apareció Camilo Vargas. El segundo arquero de la Selección suplió con todas las de la ley a David Ospina, ausente en la convocatoria por lesión.
El portero bogotano mostró seguridad y se le notó un cambio en su personalidad; esta vez habló más y se hizo sentir ante una nerviosa zaga. Incluso en los primeros minutos fue exigido y atajó un balón importante para no irse abajo en el marcador.
Vargas tuvo la velocidad para cerrar espacios; se le vio sereno para controlar algunos balones; le dio confianza a sus compañeros y hasta terminó como capitán de campo, tras la salida de Falcao y James Rodríguez.
El guardameta del Deportivo Cali respondió también en el segundo tiempo, cuando Japón estaba abajo en el marcador y se fue encima para buscar el empate. Otra vez salió veloz para despejar una pelota; también mostró coraje y dejó claro que en caso de que no esté Ospina, hay arquero para responder.